Capitulo 8

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Habían pasado mas de dos meses desde q conocí a Erin. Poco a poco fuimos investigando sobre lo q habíamos descubierto. Resulta q hay un mundo paralelo a la tierra en el q habita gente q, para nosotros, los humanos es invisible. Es mi caso, yo debería de estar viviendo allí ahora mismo pero resulta q como la niña q intente salvar aun vive tengo una oportunidad para encontrarla, enamorarla y volver q ser visible. Claro q si no la encuentro seré invisible para toda la eternidad, y según algunos libros las personas invisibles son también inmortales. Erin seguía teniendo esos sueños en los q según ella aparecían sus hermanos pidiéndole ayuda, pero ayuda para q? Digo viven bien no? Q lugar exactamente es ese? Podre ir?
Acababa de desayunar junto a Erin y estaba lavandome los dientes. Tocaron a la puerta del baño.
-Si?- pregunte aun con el cepillo en la boca.
-Q vas ha hacer hoy?
-Creo q nada, por q?
-Han montado una feria por aquí cerca, Aisha esta enferma y Bruno se fue a casa de sus tíos, no quiero ir sola, me acompañas?
-Claro, me visto y nos vamos
-Lo mismo digo
Me aclare el dentrifico de la boca y salí del baño. Ahora ya si q era prácticamente verano y hacia muchísima calor. Me puse una camiseta sin mangas de color roja y unos vaqueros piratas acompañados por mis vans negras. Peine mi pelo q corte unas semanas atrás y q ahora volvía a ser largo y salí de la habitación.
-Ya estoy- grite- Erin estas lista?
La puerta de su cuarto se abrió de par el par. Ese día Erin estaba muy guapa, hay q admitirlo. Había recogido su pelo ondulado en una coleta alta y había usado un poco de maquillaje. Era la primera vez q se maquillaba desde q la conoci y ya era hora. Tenía dieciséis años y, con esa edad hay chicas q ya se maquillan incluso tres veces al día. Llevaba puesto el top azul y la falda negra q se compro aquel día q fuimos de compras. Ya era hora de q lo estrenara. De calzado se puso unos sencillos botines marrones chocolate.
-Como me veo?- pregunto ella girando sobre si misma
-Genial- sonrei
Íbamos a ir andando porque, segun Erin no quedaba muy lejos de su casa. Claro q tardamos mas de una hora en llegar. Para mi q Erin confunde el significado de lo q se encuentra cerca y lo q esta lejos. Al llegar el olor a algodón de azúcar y manzana caramelizada nos invadió por completo. Rápidamente Erin corrió hasta uno de los carritos en los q vendían el algodón de azúcar y compro uno. Me quede ensimismado viendo como el algodón se iba enrollando poco a poco en el palo. Cuando Erin lo pago nos sentamos en unos bancos por los q no pasaba mucha gente y comimos el algodón de azúcar. Si os digo q aquello estaba rico os estaria mintiendo ya q no tenia nada con q comparar el sabor. Aquello estaba mas q delicioso! Pero como todo lo bueno acaba el algodón también. Erin quería montarse el la montaña rusa y yo no me hice de rogar. Nos pusimos en la cola q era enorme y avanzaba mas despacio q un caracol. Después de un buen rato al fin nos llego el turno. Nos montamos y pusimos la barra de seguridad. Nada mas empezó la atracción Erin comenzó a gritar como una autentica posesa. Muchos la miraron raro pero a ella no le importó lo más mínimo. No se inmuto. Si os digo q es rara es por algo, no? Después de esa atracción montamos en muchas mas: La casa de la bruja, la noria... Finalmente cuando se hizo casi de noche decidimos volver. Al llegar su padre no había acabado todavía de trabajar, ese hombre trabajaba demasiado. Preparamos algo rápido de cena y después de cenar encendimos la televisión y pusimos una película q estaban hechando en antena tres. Cuando esta acabo Erin se había quedado profundamente dormida. Poco a poco había ido perfeccionando mis poderes para hacer visible una parte de mi anatomía. Ya conseguía hacer visibles mis brazos y hombros. Cogi a Erin con cuidado y subí las escaleras hasta llegar a su habitación. Una vez allí la tumbe en la cama y la arrope hasta la cintura con las sabanas. Eso era algo q ella siempre hacia sin importarle la época del año. Acaricie su mejilla con mi pulgar q todavía era visible y luego salí de su cuarto para dirigirme al q en poco tiempo se había convertido en mi habitación. Una vez allí me acosté y nada mas tocar la almohada me sumi en un sueño muy profundo...
~Sueño~
Caminaba a la intemperie en un lugar completamente diferente, un lugar q para nada era el mio. Hacia frío mucho frío y mi cabeza me dolía horrores, q me había pasado? Lo ultimo q recuerdo era q iba caminando por la calle para ir al parque con Mark cuando de repente me lance a la carretera con el semáforo en rojo para salvar a una niña de ser atropellada. Solo me dio tiempo de empujarla para apartarla de la dirección del vehículo. Luego escuche un golpe seco rebotar en el suelo y ahora he despertado aquí, en medio de la nada. Esto esta muy oscuro, parece una casa muy pequeña de madera pero no es para nada acogedora y mucho menos cálida. Juraria q aquí hace mas frío q una pista de sky. En una de las cuatro paderes de la casita había una especie de ventana. Me incorpore, a duras penas, me dolía muchísimo todo el cuerpo. Como pude abrí la ventana y me invadió la oscuridad nocturna de un frondoso bosque. Con la poca luz q entro en la casa vi q había una carta con un extraño símbolo. Donde estaba? Me asome de nuevo por la ventana y casi me da un ataque al ver q la casa no se encontraba en el suelo, la casa estaba construida en la copa de un árbol!
~Fin del sueño~
De golpe desperté sudando, había sido un sueño, solo un sueño de lo q me ocurrió después del accidente.

Diario de un chico invisible (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora