Memoria #2

2.4K 283 51
                                    

Cuando Louis descubrió la fecha de nacimiento de Harry fue cuando el Omega estaba cumpliendo diecisiete años.

Fue una mañana del primero de febrero cuando el Alfa fue a recoger al Omega de su casa para irse juntos a la escuela, se volvió una especie de tradición que se fueran juntos a la escuela cuando se enteraron que vivían a dos casas del otro en el mismo vecindario.

Evidentemente se hicieron amigos desde la primera vez que se saludaron, Louis siempre terminaba acercándose al pequeño Omega que parecía tener un imán con su personalidad tan risueña, desde entonces comenzaron a hablar y saludarse cada que se veían en clase o eran sorprendidos viéndose el uno al otro de forma fugaz.

Fue en su cumpleaños número 19 que recibió de parte del menor un hermoso álbum de fotografías hecho a mano.

Louis quería devolverle el detalle sorprendiendo a Harry con regalo igual de bonito que el que recibió de su parte. 

El problema era que Harry nunca mencionaba cuando era el día de su cumpleaños y cada vez que se lo intentaba preguntar evadía el tema o le hablaba de otra cosa. 

Y cuando fue por el menor esa mañana escuchó a Milena felicitarlo por estar cumpliendo ya diecisiete años. Quiso hacer lo mismo, pero la sonrisa triste que le dio apenas hicieron contacto visual lo detuvo de hacerlo.

Al parecer no era un día feliz. 

Intentar animarlo se convirtió en su nuevo propósito en ese momento. 

Entonces comenzó a hablarle de cosas sin sentido todo el camino a la escuela, tomó como buena señal que se estuviera aguantando la risa.

Estuvo haciendo eso hasta que finalmente el pequeño rizado se soltó a reír a carcajada limpia, sus mejillas se sonrojaban mucho más y los hoyuelos de los que era poseedor se marcaban muchísimo más que antes. Sus ojos adoptaban un brillo y ese brillo aparecía en todo su rostro.

Quiso escuchar esa risa para siempre. 

Hasta que Harry se soltó y en un murmullo muy bajito le susurró: 

—Hoy es mi cumpleaños, Lou.

Louis lo escuchó muy bien y fue entonces cuando se detuvo a analizar su rostro; no se encontraba para nada feliz por eso.

—Que bonito, feliz cumpleaños, Hazz.

Harry hizo lo posible por no ponerse a llorar de la emoción, tampoco quería decirle que ese día se sentía miserable porque solamente su nana se acordaba de esa fecha. Mucho menos compartirle que era la segunda persona en desearle un lindo día.

La sensación era muy cálida y provocaba que quisiera sonreír todo el tiempo. 

Opacaba por completo el hecho de que sus padres habían olvidado completamente que día era y lo que se celebraba.

—¿Te puedo dar un abrazo?—le vuelve a preguntar cuidando de no incomodarlo con su pregunta—¿Qué quieres hacer ahora? Puede ser lo que sea, es un día muy especial después de todo. 

Harry soltó un suspiro y solito se acercó a los brazos de su amigo.  

—¿Crees que podamos ir al cine y comprar mucha comida chatarra?—le pregunta cuando se alejaron del abrazo, viendo a Louis con mucha ilusión de que dijera que sí.

—Podemos hacer lo que tú quieras—dice soltando una pequeña risita que fue contagiada e hizo sonreír al rizado.

—¿Te puedo pedir un pequeño favor?

Louis asiente sin dudarlo.

—¿Crees que, si es posible, puedas enseñarme lo que se hace en un cumpleaños?

How I Met Your Mother ||Larry||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora