How I Met Your Mother ||Larry||

Extra #3

LOUIS & HARRY

(MOMENTOS ANTES DEL PRÓLOGO)

 Harry no sabía que estaba haciendo mal.

Sus cachorros, sus propios hijos, la luz de sus ojos estaban ignorándolo desde hace tres meses. Por más que trataba de comprender que sucedía con ellos, no lograba obtener una respuesta a esa pregunta.

¿Estaba siendo malo? ¿Dijo algo que los hizo enfadar? 

Todo comenzó a pasar, realmente no sabe muy bien cuando pasó, y él no sabía cómo detenerlo. Ellos solo se alejaban cuando intentaba acercarse, aunque sea un poco, ellos pasaban de él.

Estaba confundido y algo triste también.

Comenzaba a cuestionarse si estaba siendo una buena madre.

Así como también comenzaron los síntomas que lo tomaron desprevenido, aunque sabía lo que eso significaba, podía reconocerlos a la perfección. No por nada pasó por eso cuatro veces; sabía que estaba esperando un bebé.

Cuando no estaba nadie en casa, salió por una prueba a la farmacia, y apenas estuvo en su hogar se la hizo. Esperó por unos cuantos minutos y cuando la alarma de su celular sonó, tomó la prueba entre sus manos algo temblorosas cuando vio que marcaban lo que suponía. 

Sus ojitos se llenaron de lágrimas mientras veía que las dos rayitas en la prueba indicaban que estaba en estado. 

Estaba esperando un bebé, por quinta vez consecutiva.

¿Cómo se lo diría a su familia cuando estaban pasando por un mal momento? ¿Su Alfa lo tomaría bien? ¿Quería otro bebé?

Estaba contento con la noticia, permitió que su tristeza se fuera, y sonrió con ternura. No se quería ilusionar tanto, antes de tiempo, porque era consciente de que esas pruebas fallaban un 10% cuando daban un resultado. 

Aun así, Edward estaba emocionado de tan solo pensar que pronto habría una pequeña bolita a su lado llamando por su atención, estaba dispuesto a brindarle todo el amor que sabía que podría darle y en un futuro su bebito podría llamándole mami, otra vez. 

Le dirían mami de nuevo.

Y su pancita crecería, su Alfa le daría caricias justo ahí cuando regresara del trabajo. Louis no dejaría de tocar su pancita y de dejarle besitos por todas partes.

Solo esperaba no estar ilusionándose en vano.

Y puede que...

—Tal vez y solo tal vez, bebé de luz, tus hermanos también te quieran—murmura pasando sus manos por ahí con delicadeza, en su rostro una tierna sonrisa hizo aparición.

Bueno... puede que se estaba ilusionando, pero solo un poquito.

Entonces para terminar de validar sus ilusiones fue con su médico familiar para confirmar o descartar el resultado de que estaba esperando otro pequeño lobito o lobita. 

Cuando Luke le dijo que sí, se sintió tan bien, que terminó dándole un abrazo a su amigo.

Con el corazón latiendo a mil, regresó a casa para planear cómo le diría la noticia a Louis primero, luego planearía cómo decirle al resto de su familia. Los nervios a flor de piel, preparó una bonita velada para estar con su esposo y poder decirle ese mismo día.