How I Met Your Mother ||Larry||

Memoria #10

Recibieron la ayuda de Niall para buscar un terapeuta que los quisiera ayudar, con algo de tiempo lograron sacar una cita. Harry estaba algo nervioso porque su cita sería el siguiente viernes por la tarde.

Louis se estaba mordiendo el labio de los nervios también que le causaba recibir ayuda profesional, pero estaba listo para dejar todo aquello que le pesaba atrás y así poder empezar de nuevo junto con su esposo.

La mañana unas horas antes de la cita, ambos se despertaron cuando la alarma de sus celulares sonó, Louis desenredó sus brazos de la cintura de Harry cuando se lo pidió y siguió dormitando por unos minutos más antes de recobrar la consciencia y ponerse de pie. Listo para comenzar su día. 

Y no podía serlo si no desayunaban algo que mantuviera sus estómagos llenos hasta la hora de almuerzo. Así que fue hasta la cocina y encendió la cafetera, en la sartén puso unos huevos y algunas tiras de tocino, exprimió unas naranjas para el jugo que Harry adoraba tomar por las mañanas y en su taza favorita se sirvió su café. Sirvió todo en la mesa y llamó a Emma y Harry para que vinieran. Puso pan en la tostadora y las untó de queso para untar, cosa que lo ponía de buen humor, más si lo juntaba con el café.

Harry venía con Emma del brazo manteniendo una agradable conversación mañanera. Louis los saludó a ambos con una sonrisa y permitió que se sentaran en la mesa, el Omega besó la mejilla de Louis y todos comenzaron a desayunar con buen ánimo. 

El día de la cita pintaba que iba a ser soleado y pintaba que sería así por el resto de la jornada, y saber eso ayuda bastante en su estado de ánimo. Al terminar de desayunar, Emma se despidió de ellos  con un beso en la mejilla y se sale de la casa, lavan y secan los trastes rápidamente. Se fueron a cambiar, Louis tomó una ducha rápida y cuando se fueron de casa estaban saliendo justo a tiempo para poder llegar a tiempo a su trabajo.

Harry estaba organizando unas cosas en una carpeta que tenía que entregar para el siguiente evento que tendrían.

—Hazz, ¿a qué hora dices que es la cita?—pregunta Louis prestando atención al camino.

—A las 6 de la tarde, amor. 

—De acuerdo, trataré de llegar temprano. ¿Te veo allá o paso por ti?

Harry lo piensa un momento y asiente en su dirección.

—Pasa por mí, podemos ir por algo de comer y nos vamos juntos. Mi turno termina temprano hoy, puedo ir contigo a la oficina y darte una mano. No quiero estar solo hoy.

Louis gira el volante y se estaciona en frente del hotel donde trabaja su esposo. Se gira hacia él y le extendió la mano para que le diera la suya, cuando la tuvo le dio un beso en la palma. Harry se sonrojó un poquito y se acercó a Louis para darle un beso en los labios.

—Voy a estar encantado de tener tu compañía. Ten un lindo día, bonito Omega.

Harry le guiña un ojo y tras haberse dado un último beso, se fue. Louis lo hizo cuando se aseguró de que su Omega ingresó a salvo, condujo por media hora hasta el otro lado de la ciudad.

"Te amo, Omega precioso" dice Louis a través de su lazo.  

"Yo también, Dulce Alfa"  le responde Harry con cariño.

Apostaba que se sonrojó.

Louis llegó a trabajar y así estuvo por casi todo el día, entregando, empacando, subiendo y bajando la correspondencia de la empresa. Estaba tranquilamente haciendo sus deberes hasta que se tropezó con Rodrigo, el Omega que lo lleva persiguiendo desde hace un buen rato y que solo le habla por cuestiones de trabajo.

—Marvin, buenas tardes, llegó una entrega para tu unidad.

—Me llamo Rodrigo—dijo molesto el Omega tomando el paquete de las manos de Louis.