Memoria #12

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Todo fue de maravilla desde que Alex habló con ellos sobre Elliot y su etapa de duelo. En sesión dijo una frase que nunca se les iba a olvidar, que marcó el nuevo pase en sus vidas.

El duelo es amor, amor que no tiene a donde ir.

Harry tomó eso como una señal de que podían dejar que su bebé descansara tranquilo sabiendo que ellos lo recordaban con mucho amor y cariño. Louis todavía tenía algunas complicaciones para hablar sobre su cachorro, pero lo estaba intentando y para Harry era suficiente.

Zayn se hizo muy amigo de Louis y de Harry, casi siempre venían a cenar o ellos iban de visita a la casa de Zayn. Liam era amable, pero más reservado que su esposo. Niall siempre estaba a su alrededor junto con Renai. 

Se sentían felices del círculo de amigos que estaban formando. 

Niall estaba planeando pedirle a Renai que se casaran, su cortejo había terminado y al Alfa le hacía ilusión poder unirse con su Omega. Quería sorprenderla con una romántica propuesta. 

El universo se alineó a su favor y una bonita noche de abril, Renai le dijo que sí a la luz de la luna. 

La boda fue hermosa y muy emotiva, los novios estaban muy felices y contentos, compartieron un momento con sus invitados, bailaron, bebieron y se divirtieron mucho.

Louis sacó a Harry a bailar más de seis veces y descubrieron facetas que desconocían hasta ese momento. Fue una gran noche para todos.

Habían pasado dos años y ambos estaban atravesando por una crisis que los dejaba sin dormir. Harry regresaba a su casa con la preocupación a saliendo a flote por cada poro de su ser, nunca pensó que pasarían por tremenda crisis económica. 

Desde que despidieron a Louis, Harry ha estado en busca de empleo para aportar algo en casa para que por lo menos pudieran comer. 

Ha estado caminando por el centro de la ciudad por más de dos horas y en todos los sitios le pedían experiencia o estudios más allá de la preparatoria. La desesperación comenzaba a preocuparlo demás, Harry se cansó de tanto caminar por lo que se sentó a pensar en lo que podría hacer. Louis no había estado durmiendo ni comiendo bien, sinceramente él tampoco.

Desde que Emma se mudó a un asilo donde podían cuidarla, les dejó a ellos a cargo de la granja y debían pagar muchas cosas y hubo un momento en el que todo iba bien hasta que una mala inversión los puso en aprietos. 

Harry estaba sentado en una banca soltando un suspiro, pensando en si debería regresar a casa o continuar buscando. Ese día no tuvo suerte y las siguientes semanas tampoco. Louis estaba alterado buscando empleo y tratando de cuidar los pocos billetes que les quedaban para ir a la tienda y comprar algo de comida.

Harry dio un último suspiro antes de entrar a una cafetería que tenía un anuncio en la puerta, no le importaba si debía lavar platos horas y horas, lo importante era conseguirlo.

—Buenas noches—saluda tímidamente cuando se acerca a la caja—Vengo por el empleo, vi el letrero afuera.

No perdía nada con intentar.

El que parecía ser el dueño del lugar lo voltea a ver y le muestra una sonrisa y asiente. 

—Estábamos por cerrar, pero sígame y ahora lo entrevisto—Harry asiente y lo sigue hacia la mesa que estaba cerca suyo—Necesita un vaso de agua o algo de comer, joven.

—Estoy bien así, gracias. Podemos comenzar cuando guste.

—Me presento, mi nombre es Arthur Gibson y soy el propietario de este local. Cuénteme sobre usted.

How I Met Your Mother ||Larry||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora