El día que se llevaron a Judy a casa fue, definitivamente, uno de los mejores días de sus vidas.
Harry estaba radiante cuando cruzaron la puerta del hospital con su bebé en brazos, Louis estaba detrás de ellos cargando a un enérgico Jack mientras le contaba a la enfermera que empujaba la silla de ruedas sobre su hermana.
Se fueron a casa rebosantes de felicidad y pasaron el día todos reunidos en su nido. Observando como su familia se unía alrededor de la nueva integrante.
Louis podía fácilmente decir que se enamoró por tercera vez. Esa pequeña niña, su cachorra, llevaba menos de una semana en su vida y ya estaba dispuesto a protegerla y amarla por el resto de su vida.
Cuando le presentaron a la niña a Milena, ella simplemente sonrió y la cargó con ella la mitad del día con Jack detrás suyo, según él, para cuidarla. Harry no hacía otra cosa que sonreír y dedicarse a descansar, Edward le comentaba todo lo que William le decía cuando se encargaban de cuidar de Judy.
Lo único que lograba pensar en ese momento era en lo mucho que amaba a ese lobo.
William era simplemente admirable, era sobreprotector, pero tan amable a la vez. Detallista, sarcástico y divertido. Podría pasar todo el día repasando las razones por las que estaba enamorado de aquel lobito de ojos zafiro y gran corazón.
Cuando la bebé había cumplido su primera semana en casa, Louis y Harry, permitieron que el resto de sus amigos la conocieran. Organizaron una pequeña reunión con bocadillos, Harry estaba emocionado de poder vestirla con el vestidito de color verde que le compró para la ocasión. Jack ayudaba distrayendo a la bebé mientras su papá le daba su masaje con cremita, pareciera que estaban conversando en su propio idioma porque Judy le respondía cuando Jack le preguntaba algo.
—Jack, amor, ¿puedes ir y decirle a mami que tu hermana ya está lista? —le indica Louis mientras lo levanta y lo pone de nuevo en el suelo, su cachorro asiente y se va dando pasos cortitos en busca de Harry—Bueno, ya estás lista. Mamá se hará cargo a partir de ahora, te verás radiante, él se encargará de que así sea.
Harry llegó con Jack en sus brazos, sonriendo y tranquilo porque todo estaba bajo control y listo para la reunión. Louis besó a su pequeña antes de dejarla en las cuidadosas manos de Harry.
—Omega.
—Alfa.
Se sonríen.
—Te ves estupendamente bien, hoy.
—Gracias—se acerca y le da un beso corto en los labios—Ahora ve a prepararte para que pueda decir lo mismo de ti.
Jack suelta una risita cuando Louis se acerca peligrosamente a su madre y le susurra:
—Mami está en problemas.
—No, mi amor. Tal vez papi lo esté.
—Está bien, eso quiere decir que no me veo bien ahora, ¿es eso Omega?
—Siempre te ves bien, pero te verás mucho mejor en ese bonito atuendo que elegiste para hoy.
Louis lo toma de la cintura y lo besa de nuevo, haciéndolo reír cuando besa nuevamente su mejilla y Jack copia la acción con mucho gusto.
Tiempo de besitos para su mami. Harry estaba sonriendo completamente encantado con la situación.
—Ve a cambiarte, Alfa. Y llévate a este caballerito contigo para que se ponga guapísimo, mientras yo termino de vestir a nuestra hija.
Louis se lo llevó mientras Jack se despedía de Harry y Judy.
—Adiós mami, adiós hermanita.
—Adiós amor.
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How I Met Your Mother ||Larry||
FanfictionLouis se da cuenta que sus hijos están siendo injustos con su esposo, y por eso decide darles una lección. Una que nunca iban a olvidar.