How I Met Your Mother ||Larry||

Memoria #8

La época de invierno había llegado y con ello la temporada de frío que obligaba vestir a las personas con ropa más abrigadora. Y que se enciendan las chimeneas para mantener los hogares más acogedores que de costumbre. 

Eso significaba que la época navideña se acercaba.

Nevaba durante casi todo el día y el viento soplaba con fuerza hacia el norte la otra mitad del tiempo.

Louis estaba contento de que sus jefes le dieran el mes libre y le adelantaran el bono navideño, se estaba quedando en casa porque de verdad hacía demasiado frío, no estaban muy felices por esa parte, pero sí porque podía pasar mucho más tiempo con su familia. 

Estaban adornando la casa con ayuda de Estefan y Elliot que se designó a sí mismo como el encargado de poner las esferas y la estrellita en el árbol. 

En dos semanas sería navidad y querían recibirla unidos, incluso Milena y su familia vendrían a cenar. Sería una bonita festividad. 

Harry estaba en la cocina con Emma horneando galletitas y cocinando la cena juntos mientras tenían una amena conversación. Elliot corría por la casa gritando y riendo hasta que Harry ya no escuchó nada y se preocupó. 

Cuando pensó que algo malo había pasado y ya estaba por llamar a Louis, el cachorro solo se levantó y corrió a sus brazos con una sonrisita en el rostro. Su alma regresó a su cuerpo de repente. 

—Me caí, mami—dice riendo levemente—Papi dijo que lo haría y no le hice caso. Hice una travesura.    

—Mmm no estoy seguro de querer escuchar eso, Ben—dice tranquilamente, acariciando una mejilla suya con suavidad. Haciendo pop en su linda naricita—Ve con papá y dile que en unos minutos estarán listas las galletas. Pórtate bien, pequeño travieso. 

Elliot fue con Louis soltando una risita haciendo que Harry sonría involuntariamente. Su pequeñito acababa de cumplir sus cinco añitos recientemente, pareciera ayer que lo sostuvo en sus brazos la primera vez. 

Su lindo cachorrito. 

Regresó a la cocina para ayudar a Emma a servir la comida y poder descansar un rato más. El frío afuera los obligaba a estar cerca para no enfermar y tener una agradable fiesta de fin de año.

Fue llamado por Louis desde la sala, dónde estaban decorando el árbol, diciendo que lo necesitaba ahí. Se disculpó con Emma y fue a su encuentro, Louis tenía a Elliot en sus brazos y su bebé sostenía la estrella en sus manos.

Era una tradición en la familia Willis que el más pequeño de la casa coronara el árbol con la estrella. Y como los hijos de la familia no estaban, ese papel se lo dieron al cachorro.

—¡Es tiempo de volver a poner la estrellita, mami!—exclama emocionado Elliot apenas ve a Harry entrar en la sala.

El Omega aplaude igual de emocionado, compartiendo los sentimientos de su cachorro, porque sí, se considera un fanático de estas fiestas.

—Oh, entonces debemos llamar a Emma. Estoy seguro de que no se quiere perder este momento.

Pero la Omega ya estaba detrás suyo porque escuchó la voz de Elliot y ella no se lo quería perder por nada. Se llevó la videograbadora para inmortalizar ese momento por quinta vez consecutiva, cada año y este año no se lo iba a perder.

—Ya estoy lista, pueden empezar. 

Louis asiente y eleva lo suficiente a Elliot hasta la punta del árbol, Harry se acercó cuando vio que su cachorro estaba teniendo algunos problemas y lo ayudó.

—Un poquito más a la izquierda, corazón—guía Harry con una sonrisa—No, a tu izquierda, eso es, muy bien hecho lobito.

Harry lo sostuvo en su regazo cuando Louis fue por el tomacorriente para enchufar las luces y así encender toda las decoraciones, cuando lo hizo rápidamente corrió para sentarse al lado de Harry y ver juntos como la casa se iluminaba completamente.