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Son pasadas de las diez de la noche y el recién despierta debido al olor a nicotina que se encuentra en el departamento.
Se dirige hacia la habitación que comparte con el pelinegro esperando encontrarlo ahí, abre con precaución la puerta ya que posiblemente se encuentre dormido. Pero al abrir no encuentra ningún rastro del mayor por el lugar, así que se adentra al baño para mojarse el rostro con un poco de agua y hacer sus necesidades.
Cree que Yoongi este en la oficina que tiene al otro lado del departamento así que se dirige hacia la oficina, nota que la puerta color crema está abierta como también nota al entrar que las puertas del balcón que dan vista a la cuidad se encuentran abiertas.
Distingue la silueta de Yoongi quien se encuentra sentado en uno de los sillones, vestido con unos pantalones deportivos negros y con una camisa negra igual la cual se encuentra doblada hasta sus codos dejando ver las venosas y marcadas manos, nota como la camisa se apega a su pecho dejando ver por encima los pectorales bien trabajados y no digamos la vista exótica que tiene al ver su cabello alborotado y mojado dando una imagen ardiente y sexi al ver como mete al cigarrillo a su boca para después dejar salir el humo.
Quiere culpar a las hormonas por tremendo calor que su cuerpo siente.
A pasos lentos se dirige hacia el pelinegro quien no ha notado su presencia aún ya que se encuentra viendo un punto fijo.
Al estar frente de Yoongi se deja caer despacio en su regazo rodeando con sus piernas la cintura del pelinegro. El cual salta debido a la invasión.
Yoongi sonríe pasando sus manos sus muslos de arriba hacia bajo hasta subir a su cintura y dejar un suave apretón.
– Llevas mucho aquí – lo dice en un sutil susurro teniendo cuidado para no romper la tranquilidad del momento.
Yoongi niega dejando unos besos por su cuello para después morder su barbilla.
– Te veías lindo dormido con tu boquita semi abierta – comenta el pelinegro dejando tenues besos por sus mejillas. – No quise despertarte así que contemplé por un tiempo la obra de arte que tengo por novio, para después salir a correr – termina por decir para atacar su boca con un beso demandante.
Un beso al cual corresponde con gusto, pasando sus brazos alrededor del cuello se apega a Yoongi dejando que sus pechos se toquen.
Cortos suspiros se escuchan, quejas del otro al morder fuertemente el labio y risas armoniosas al terminar un beso.
Los toques en su espalada son sutiles, el olor a nicotina es agradable, los cortos besos que le roba a Yoongi exquisitos, el poder escuchar como el corazón de Yoongi golpea su pecho en tranquilizador.
No quiere despegarse del cuerpo del mayor quiere dormirse en sus brazos, quiere seguir contemplando la hermosa vista de la cuidad. No sabe qué hora es pero supone que son las doce de la noche debido al silencio y los pocos autos que pasan por la calle.
– Me encontré a Kai esta tarde – la voz ronca de Yoongi hace que se componga en su lugar para poder verlo.
– ¿Cómo?, ¿Qué?, ¿Kai? – se abofetea mentalmente al no poder hacer una oración.
Kai... Un nombre que no había escuchado durante dos años, un nombre que no había pronunciado desde hace mucho y un hombre el cual a olvidado.
– En el parque que está cerca, una cachorra se soltó de su dueño y la atrapé – relata Yoongi acomodando al pequeño en su regazo – Era un niño muy tierno después apareció una chica y de último de la nada salió Kai – relame sus labios dejando que YoonGi los cubra con una manta debido al frío.
No sabe que decir al respecto si siendo sincero no siente nada al escuchar el nombre de Kai, no siente nada respecto a el.
Después de haberse ido de Busan no tuvo conexión con nadie de su cuidad natal, solo llamaba a sus padres para que ellos no se sintieran preocupados de él.
Lo último que supo de Kai es que lo había engañado con una chica, la chica que conoció aquella vez en el departamento del moreno cuando le había dado la noticia de su embarazo. Después de eso ya no supo y no quiso saber nada hacerca del moreno.
– Hace mucho que no escuchaba de él – dice al fin viendo cómo Yoongi asiente con su cabeza.
– Yo igual, desde la última vez en la cárcel – termina el cigarrillo para después botarlo y aplastarlo con la suela de sus zapatos.
– Bueno – dice porque no sabe qué más decir sobre el tema.
– Sigue siendo el idiota de antes – comenta Yoongi tomándole de la cintura para después levantarse e irse del balcón.
– ¿Por qué lo dices? – pregunta sosteniéndose de los hombros de Yoongi.
– Por nada, olvidalo mejor vayamos a dormir – asiente en respuesta dejando su cabeza en el hombro del pelinegro, dejándose llevar por la cercanía.
Yoongi deja caer sus cuerpos sobre la acolchonada cama para después cubrirlos con la sábana. Ríe por las cosquillas que el pelinegro hace Asus costados.
– Ya basta – alega tomando las grandes manos para alejarlas de su cuerpo.
– ¿Me dirás?
Se confunde por la pregunta de Yoongi, ¿Decirle? Pero que tiene que decirle, acaso quiere saber si opinión hacerca de Kai.
– Te he escuchado, en las madrugadas te encierras en el baño y no sales de ahí por un tiempo – Yoongi pasa una de sus manos por cabellera dejando suaves masajes en está.
– No es nada, no te preocupes cariño – sonríe tiernamente dejando un casto beso en los finos labios.
– ¿Seguro que todo está bien? – la preocupación de Yoongi es notoria, puede ver en sus ojos la preocupación.
– Muy seguro – susurra para acomodarse en el cuerpo más grande dejando caer su cabeza en el fornido cuerpo.
– Confío en tí – termina por decir el pelinegro dejando un beso en su cabellera y pasando sus manos por su cintura atrayéndolo más.
"Solo espera un poco más Yoongi y sabrás la verdad, una nueva felicidad de aproxima solo tienes que esperar nueve meses"
