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– Gracias, vuelva pronto – se despide del joven que acaba de salir.
Esta feliz la tarde de hoy jueves, ha vuelto a retomar su rutina después de unas semanas casi un mes desde que la academia había cerrado por remodelaciones. Hoy se encuentra en la pastelería de la señora Lee ayudándole como lo hacía cada día después de terminar su horario de trabajo de la mañana.
Falta poco para que termine de ayudarle a la señora Lee y retomar su camino hacia la academia para seguir con su horario de la tarde. Si puede que piensen del porque tiene dos horarios pues es muy simple, en las mañanas trabaja con los demás docentes en otras áreas como lo son las infantiles de niños de dos a seis años, de un horario de ocho de la mañana a dos de la tarde, almuerza en la pastelería junto con la señora Lee quien siempre lo consiente con una rica y deliciosa comida, después le ayuda a atender la pastelería y preparar más pasteles, galletas y donas, dos horas después le toca ir a la academia de un horario de dos horas donde les enseña a niños y niñas bailes contemporáneo de ocho a doce años.
Al principio fue una rutina muy agotadora pero ahora que ya lleva casi un años y medio no es tan pesada como al comienzo.
– Minnie cariño – la voz dulce de la señora Lee es tan cálida que le gusta escucharla por mucho tiempo.
Despacio se retira del mostrador y se dirige donde está la mayor. La señora Lee es una mujer hermosa a pesar de tener cincuenta y ocho años sigue conservando esa belleza natural, ojos azules brillantes como el cielo despejado, cabellera negra con algunas canas las cuales no sobresalen, rostro bien perfilado como una joven coreana y de estatura un poco más baja que la de él.
– Ven siéntate amor – le señala la silla que está frente a ella.
Sin hacerla esperar tomar asiento y espera que ella hablé.
– Sabes que no soy una mujer que le gusta meterme en lo que no le incumbe – hace una pausa y sonríe – Pero, no puedo contenerme a preguntarte – con cuidado extiende su mano para que la palma de esta toque por encima de su ropa su vientre el cual ya se puede sentir el pequeño bulto – ¿Cuánto tienes Minnie? – sonríe acariciando su vientre.
Esta atónito, lo único que puede hacer es sonreir y bajar la mirada colocando su mano encima del de la señora Lee acariciándola suavemente.
– ¿Cómo lo supo? – tiene duda de cómo supo de su embarazo si no es muy notorio para que lo noten o bueno Yoongi aún no lo ha notado.
La mayor ríe dejando la última caricia en su vientre.
– Soy una mujer ya vieja Jimin, tuve a mis cuatro hijos y te puedo asegurar que se muy bien cuando alguien está en espera – finaliza extendiendo una caja anaranjada la cual está atada a un moño dorado – Tenía esto aguardado hace tiempo, pero no me lo vas a creer pero esta vieja – se señala a ella para después apuntarlo a él – Tenía el presentimiento que algo así podía pasar, Anda ábrelo – insita.
