Capitulo 33: La guerra de los postres.

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Y seguimos en el cumpleaños


- ¿Jisoo era necesario regalarle una moto a la niña? – la famosa ceja Park aparecía en la fiesta.

- Es cómo la mía amor, nada más que más pequeña – se defendió – Además si fuera por Jeongyeon le hubiéramos regalado una estúpida cocinita ¿Te imaginas? – Ay pelinegra, pelinegra si no te entierra Maddie te entierras sola. - ¡Auchhh! – Jennie que estaba del otro lado de la pelinegra alcanzó a pegarle un codazo - ¿Por qué me pegas? – miró a la castaña que a su vez estaba mirando a Sara. Cuando Jisoo miró a la novia de Chanyeol, pudo notar una espuma blanca que le salía de la boca – Hola Sara no te había visto – saludo inocentemente, pero la mujer no le contestó, al contrario seguía mirándola como si se la quisiera comérsela cruda - ¿Qué le pasa a la perra? – le preguntó susurrando a la castaña.

- Ella le regaló una cocinita – lo dijo tan bajo que la pelinegra no lo escuchó.

- ¿Qué? – volvió a preguntar

- Sara... le regaló...una... cocinita – le repitió palabra por palabra.

- Amor – Jisoo se dirigía a su novia esta vez – creo que a Jennie le pasa algo – le susurró.

- Lo que te quiere decir es que YO LE REGALE UNA ESTUPIDA COCINITA – la perra no se perdía una.

- ¿Pero tú estás loca, drogada o qué? – La audiencia estalló de risa – Si la niña sabe cocinar perfectamente... El otro día preparamos un Gimbap para morirse ¿O no amor? – Entre la mirada endemoniada de Sara y la mirada asesina de Rose, la deportista estaba liquidada. "Finish him" dirían en Mortal Kombat.

Por si fuera poco, en ese momento Bella se acercó a Maddie que le estaba mostrando a todos sus amigos la mini moto – ¡GUAAUU! ¡Qué bueno! – parece que la moto era un imán como Puppy

Maddie miró la reacción de su amigovia y recordó "lección número 52: lo que a una damisela le gusta, no se cuestiona, se da". La pequeña sonrío pícaramente y bajándose de la moto, le tendió la mano a la otra niña - ¿Quieres probarla? Yo te ayudo a subir – ofreció

- BUENO, BUENO PORQUE NO SEGUIMOS CON LA FIESTA – Rose alcanzó a separar a las dos niñas – Coach Sylvester – se dirigió al grupo de jugadoras - ubíquense donde quieran que ya mismo les mando gente que las atienda.

- ¿Podemos ir al trampolín? – seguro que fue Jeongyeon.

- SI, si Jeong pueden hacer lo que quieran – aseguró la fotógrafa.

- NO SE TE OCURRA TOCAR MIS TARTAS – le advirtió Jennie a la suplente antes de que varias jugadoras salieran como niñas desesperadas hacia el trampolín.

- Rose – Jisoo se acercaba a su novia, después de haber visto la escena – le cortaste el mambo al cangurito. Ya casi la tenía sólo le faltaba... - Ups Jisoo no se si te salvas de esta

- ¡Ya mismo a la cocina! – Le señaló el lugar con su dedo – Y tú también – alcanzó a agarrar a su hija que cuando vio que se le venía la noche empezó a caminar sigilosamente hacía sus amigos, pero su madre fue más rápida.

La basquetbolista y su hija caminaban por detrás de la rubia. La dos mirando al piso y con sus manos detrás de la espalda – Estamos en problemas mami – le dijo Maddie muy despacio a la pelinegra – Los ojos de mamá están que arden – Y no le pifiaba, Rose no tenía nada que envidiarle ciclope de los X men.

- Lo se bicho bolita, lo sé – aunque esa mirada le causaba otras cosas a Jisoo que definitivamente su hija no tenía que saber.

Rose se paró en la puerta y miró al cocinero y algunos mozos que estaban en el lugar – ¿Me pueden dejar un momento a solas por favor? – pidió amablemente.

Cuando, donde y como el amor quiera-ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora