Desde que Jisoo conoció a Rose, la pelinegra sintió que de alguna forma su padre y su madre desde el cielo la estaban poniendo a prueba. "Algún día vas a conocer a la chica que te domine y te traiga como quiera hija, así como yo tengo a tu padre" Le dijo su madre después de la tercera noche seguida que Jisoo llegaba a su casa con cara de haber tenido sexo toda la noche y sin acordarse el nombre de la chica "Creo que empezaba con V... Victoria, Vanesa o algo así" le respondió a su mamá cuando le preguntó con quien había estado.
El sexo en casa de los Kim jamás había sido un problema. Jisoo les contaba a sus padres cada detalle, así como cuando ella los enganchaba haciendo de las suyas simplemente se daba vuelta y dejaba que terminaran su habitual rito sexual. De hecho, era su mismo padre, el que la codeaba cuando pasaba una linda mujer por delante de ellos o hasta a veces su madre la que la felicitaba cuando Jisoo le señalaba una de sus conquistas. Su padre decía que Jisoo hechizaba a las mujeres y que aquella que tuviera el escudo protector de ese hechizo iba a hacer que la pelinegra saltara por los aires. No muy lejos de esta teoría, pero sí de la magia, su madre, después de ver como Jisoo con tan solo catorce años seducía a una de sus compañeras de elenco, decía que la atleta tenía un don para penetrar en la mente de las chicas y engatusarlas para que cayeran perdidamente enamoradas de ella y que aquella damisela que no dejara que Jisoo leyera su mente sino más bien que compartiera sus pensamientos con su hija, iba a ser la afortunada en tenerla a sus pies. Pues déjenme decirles una cosa, ninguno de los dos podía estar más en lo cierto. Y Jisoo sabía que desde el cielo sus padres se estaban riendo de ella porque Rose era la que tenía el escudo protector contra sus hechizos, porque era la rubia la que no dejaba que Jisoo la leyera, sino que ayudaba a que Jisoo lo hiciera. Rose la trae como quiere, la tiene a sus pies, la vuelve loca y cuando Rose no puede, la ayuda de su hija termina de sepultar el poco valor que le quedaba a Jisoo contra los caprichos Park. Lo peor de todo es que a Jisoo le encantaba que fuera así, mejor dicho, amaba que fuera así y amaba aún más el hecho de que faltaba tan sólo una noche para hacer a esa mujer, que quebró todos sus esquemas, que frenó la magia de Jisoo y que la trae como quiere, su mujer, su esposa.
Ahora bien, el tema de no poder decirle que no a Rose se tornaba de mayor dificultad cuando después de levantar 110 Kg. En el banco de pecho en el gimnasio Jisoo recibía un mensaje de su novia que decía "NECESITO que vengas a casa". Mensaje que para la pelinegra podía significar dos cosas: Sexo o problemas. La cuestión era que, como la noche anterior de la boda la iban a pasar separadas, Jisoo se había ido del departamento dejando a Rose prácticamente al borde de encerrarla en el baño, así que por deducción lógica y para lamento de Jisoo, sexo no podía ser, por lo que la dejaba con lo siguiente en la lista... problemas.
- ¿Te vas? – le preguntó su preparador físico cuando la vio caminar rumbo a las duchas
- Sip... Nos vemos en la boda... si es que me caso – esto último lo dijo por lo bajo. Ese "necesito que vengas a casa" podría significar tranquilamente un "Me di cuenta de que no te amo y no me quiero casar contigo" Jisoo sacudió la cabeza para borrar esos pensamientos de la cabeza. Rose la amaba, no podía hacerle eso ¿O sí?
En la puerta de casa Kim Park
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Cuando, donde y como el amor quiera-Chaesoo
De Todokim Jisoo es una aclamada jugadora de básquet en Londres hasta que es elegida para jugar en la WNBA, con un pasado negro y su fama de mujeriega irrumpe en New york sin saber que un encontronazo con una rubia , mandona, idiota le va a cambiar la vida...