Casa Kim Park – Una semana después de la noticia del embarazo.
- ¿Jennie? – Rose estaba en su escritorio revisando el contrato que le había enviado L'oreal Paris para que liderara el equipo artístico en la campaña de ese año, cuando los golpes desesperados en la puerta la despabilaron. Sus hijas mayores habían salido a comprarse ropa para la cita de la noche que tenían todas ellas con sus respectivas parejas. El solo hecho de recordar como Jisoo se paró en la puerta para evitar que sus "pequeños animalitos" – según la pelinegra - salieran a comprarse vestidos cortos y maquillajes "pervertidos" – según la pelinegra – la hicieron reír mientras caminaba rumbo a la puerta. Antes de llegar dio un vistazo al jardín y vio como Jisoo y Julie jugaban tranquilamente, de hecho, fue el lobito la que con sus caricias y enormes pestañas calmó a su madre y logró que las dejara ir de compras. Bueno Jules y el hecho de que Rose le insinuara que durante la cita de sus hijas podían reestrenar los rincones de la casa por donde la pelinegra y ella habían dejado sus rastros. Apenas abrió la puerta, vio a Jennie y notó que traía una furia interna mucho mayor de lo normal - ¿Estás bien? – Le preguntó si darse cuenta de que Leo se le ponía enfrente para preguntarle algo desesperado – Está en el jardín – era obvio que el niño quería saber el paradero de Jules.
Leo le dio un beso a su tía y salió corriendo en esa dirección en busca de su mini cita para esta noche.
Apenas el niño estuvo fuera de vista Rose volvió la mirada hacia su amiga - ¿Vas a abrir tu boca para contarme que te pasa o tengo que emborracharte? – le preguntó impaciente.
- Me pelee con Lalisa y las niñas – por niñas se refería a Lili y Ella.
- ¿Qué hiciste ahora? – le preguntó Rose juzgándola de antemano.
Jennie frunció el ceño - ¿Por qué piensas que fui yo? Tal vez fueron ellas – dijo enojada.
- Porque desde el embarazo de Ella, tanto tu como la cabeza dura de mi esposa no dejan a las niñas en paz, por poco y no las encierran en una jaula dorada – La rubia giró los ojos cuando vio que Jennie ponía la cara de "créeme que ganas no me faltan", la misma que había puesto su esposa cuando Rose le hizo la misma observación – Además...
- ¿Sabes qué? – la frenó la castaña – no quiero hablar contigo – le dijo enojada - ¡Ve y únete a mis hijas y mi esposa en su club de "odio a Jennie"! – le dijo.
- De acuerdo... ¿Llevo mi membrecía dorada? – bromeó la fotógrafa obviando la cara que le ponía su amiga.
-¿Te crees muy graciosa cierto? – la castaña no toleraba a su amiga en este momento.
Rose sostenía la risa como podía. Estaba esperando a que Jennie huyera para levantar el celular y hablar con Lisa.
- ¿Dónde está el bomboncito? – Desde la golpiza a "el amenaza" que la relación de Jennie y Jisoo se había hecho aún más fuerte.
- En el jardín – le indicó Rose
Jennie hizo el gesto para irse, pero la rubia la frenó del brazo – Espera... - se fue a buscar algo y volvió rápidamente con un sombrero capellina bastante grande de color blanco que en su base tenía una cinta ancha negra, la castaña la miró sospechosa – Vas a necesitar esto para "la tarde de chismes" – le indicó dándole el sombrero – Ahora puedes irte – le dijo empujándola suavemente.
El ceño fruncido de Jennie llevaba largo tiempo en su rostro, su amiga preocupada por el sol no era algo de todos los días y además Jennie nunca se pondría un sombrero tan horroroso. Miró a Rose nuevamente con ganas de protestar, pero decidió seguirle la corriente e irse con el estúpido sombrero en sus manos al jardín.
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Cuando, donde y como el amor quiera-Chaesoo
Randomkim Jisoo es una aclamada jugadora de básquet en Londres hasta que es elegida para jugar en la WNBA, con un pasado negro y su fama de mujeriega irrumpe en New york sin saber que un encontronazo con una rubia , mandona, idiota le va a cambiar la vida...