Sábado a la noche – "Infierno"
-¡Rose! ¿Puedes arrancar las manos de los ojos a nuestra hija? – Jisoo entró al club de striper de su Amiga Mary, seguida de su esposa y su hija. Durante todo el trayecto hasta la llegada del lugar, Rose insistió en que Ally fuera tapándose los ojos para que luego no pudiera llegar por ella misma. A Jisoo le pareció una idea exagerada, pero se divertía viendo como Rose desde el asiento delantero trataba de taparle los ojos a su hija, lo que llevaba a que la fotógrafa se tuviera que inclinar más de la cuenta en el asiento, lo que llevaba a que el trasero de su esposa estaba expuesto a su vista cuando ella quisiera y lo que llevaba a que la deportista se distrajera por el trasero de su esposa y terminara haciendo varios movimientos bruscos al volante que hacían que su hija y su esposa se quejaran... era un ganar o ganar para Jisoo.
- Jisoo... No podemos hacer esto... somos muy malas madres – cuando la pelinegra pensaba que a Rose le había dado un ataque de moral, la rubia habló de vuelta – Vamos a tener que llevar a Ava a un club de estos también, donde hayan hombres bailando desnudos, no podemos hacer estas diferencias – dijo – Y cuando crezcan las otras dos también y después a Nabi...
- De Nabi se puede encargar Maddie cariño – Jisoo la tranquilizaba, si eran malas madres, no era precisamente por hacer diferencias entre sus hijas – Ally... - Jisoo aprovecho que la música aún no se escuchaba tan fuerte para hablar con su hija, que aún seguía con los ojos tapados por Rose – Escucha... Quiero que cuando entres, primero mires, y luego vemos como seguir ¿De acuerdo? – el primer paso era que Ally dejara de sentirse nerviosa frente a una chica que le gusta.
- Si – Contestó la adolescente. Rose le sacó las manos, Ally parpadeó varias veces - ¿Dónde está...? ¡HAY UNA CHICA DESNUDA! – la joven se tapó los ojos con sus propias manos.
- ¡Hay chicas nuevas! – Rose había seguido la orden de su mujer y ya estaba mirando.
Jisoo giró los ojos – Lo dice como si viniéramos todos los días – le reprochó
- Venimos todos los años para el cumpleaños de Mary y puedo asegurar que esa chica es nueva – Señaló a una pelinegra que estaba haciendo su presentación vestida de policía – Voy a buscar a Mary – Jisoo agarró del brazo a su esposa antes de que se fuera y le dio un beso que empezó pero no terminó nada.
- Nada de andar mirando excesivamente – le dijo la pelinegra a su mujer
Rose la miró de vuelta y sonriendo con picardía para luego dar media vuelta e irse a buscar a Mary con su habitual meneo excesivo de caderas.
- Ay Ally, Ally – sin quitarle la vista a su mujer, puso su mano en el hombro de su hija – Esta mujer me va a volver loca... o, mejor dicho, ya me volvió – le dijo.
- A mi Bella me está volviendo loca – dijo el perezocito aun con sus manos en sus ojos – y eso que ni siquiera puedo mirarla a los ojos – agregó logrando que su madre la mirara.
Jisoo agitó su cabeza tratando de sacarse a su esposa de ella, su hija la necesitaba – All... - agarró a su hija por los hombros y la guió para dentro del lugar. – Vamos a hacerlo de poco ¿Sí? – la posiciono de manera que su vista estuviera de frente al escenario. – Sácate las manos y mira al piso – ordenó amablemente, su hija dubitativamente obedeció – Ahora vas a ir mirando de a poquito hacia el escenario – dijo – y vas a ir diciéndome que ves – indicó.
- De acuerdo – su hija se puso nerviosa – Veo... el principio de un escenario, tiene luces – no había mirado demasiado arriba, Jisoo le daba una palmadita en los hombros para que se animara a más.
- Eee – tragó saliva nerviosa – veo... veo... unos pies... son dos – Jisoo giró los ojos – Tiene puesto unas botas negras con taco alto – Jisoo ni se había dado cuenta de eso.
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Cuando, donde y como el amor quiera-Chaesoo
De Todokim Jisoo es una aclamada jugadora de básquet en Londres hasta que es elegida para jugar en la WNBA, con un pasado negro y su fama de mujeriega irrumpe en New york sin saber que un encontronazo con una rubia , mandona, idiota le va a cambiar la vida...