Capitulo 84: Sopla o no soplar, esa es la cuestión

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Ella llevaba un largo rato llorando sobre los brazos de Rose. Después de que Jisoo interpretó el análisis de sangre que su sobrina traía, el leoncito no había parado de lagrimear y sus dos tías solo se limitaron a mirarse entre ellas ya tratar de calmarla. Cada vez que el llanto parecía cesar y Rose trataba de sacar el tema del embarazo, lo único que alcanzaba a decir era "Mamáaabuaaaamatarrrrrsbuaaa..." y el llanto regresaba al mismo ritmo que antes o tal vez con más potencia. Vaya que tenía pulmones esta jovencita. Mientras dejaban que la la joven Kim Manoban se descargara, Jisoo ya había hecho dormir a su nieta y la había acostado en la cunita vieja de Jules, para después volver a unirse en la sala con su esposa y sobrina.

- Ella... por favor cariño – Pedía Rose – Quiero que hablemos, pero si sigues llorando no se va a poder – insistía su tía – Se por lo que estás pasando, créeme que lo sé – la rubia miro a su esposa y pudo leer todo tipos de sentimientos en sus ojos. Los ojos marrones que tanto enamoraban a Rose cada día eran una mezcla de tristeza por ver sufrir al leoncito manera, impotencia por no poder hacer nada por ella y...y... ¿Felicidad? - ¡Dios mio! – Pensó Rose. Su mujer estaba feliz por el embarazo de su sobrina.

Rose examinaba el rostro de Jisoo confirmando sus pensamientos. Su esposa era una adicta a los bebes y seguramente la cabeza de Jisoo ya estaba pensando que animal le quedaba perfecto al niño o niña que Ella llevaba dentro de ella... ¡Un cemento! ¡Dios mio! Esta familia se va a volver en un completo zoológico – admitió para sus adentros. ¡Basta! Tengo que hablar con Jisoo, no puede ser que se sigan agregando animales y yo no pueda usar esos apodos, esto se tiene que acabar ¡QUIERO LIBERTAD DE EXPRESIÓN! ¡QUIERO PODER GRITAR UN PUTO NOMBRE DE UN PUTO ANIMAL SIN QUE ME LO PROHIBAN!...

- ¡ROSE! – Un grito de su mujer la sacó de sus pensamientos.

Cuando la rubia conectó cuerpo y mente, se encontró con dos ojos muy parecidos a los de Jennie mirándola desde sus brazos. Si bien Ella había parado de llorar, Rose todavía podía ver lágrimas cayendo lentamente por sus pestañas.

- Cariño – Rose le habló – Yo pasé por los mismos, y se exactamente cómo te sientes – le dijo – Y sé que por sobre todas las cosas, te sientes sola y desesperada sin saber que hacer – aseguró mientras que con su dedo limpiaba una de las lágrimas que caía rezagada de los demás. La fotógrafa levantó su cabeza y se encontró con la intensa mirada de su esposa encima de ella y con la misma dulzura que le había quitado la lágrima a su sobrina, pasó el pulgar suavemente por la mejilla de su mujer, porque sabía que en este momento la mirada de Jisoo no era de felicidad, sino más bien de preocupación con mezcla de deseo, deseo de haber estado junto a Rose en ese momento, de haber estado con ella y haberla protegido y amado. a las dos, a ella ya Maddie.

- Entonces dime que tengo que hacer por favor – El leoncito se sentó derecha en el sillón – Dime que tengo que hacer, porque estoy muriéndome de miedo – confesó metiendo su cabeza entre sus manos y dejando que sus codos se apoyan en sus piernas.

- Ella... - intentó calmarla

- ¡TENGO DIECICIETE AÑOS CARAJO! – Gritó golpeando la mesa y dejando ver su naturaleza felina – QUIERO SALIR A BAILAR, QUIERO JUNTARME CON MIS AMIGOS, QUIERO SER PORRISTA, QUIERO IR A LA UNIVERSIDAD... - volvieron las lágrimas. Rose la volvió a tomar entre sus brazos.

- Y vas a poder hacerlo Ella, te lo aseguro – la consoló Rose – ¡Mírame a mi sino! – le dijo.

- Mamá dice que antes de conocer a la tía Soo tú eras una vieja amargada – Contó Ella.

Rose giró los ojos, que raro su mejor amiga diciendo esas cosas – Tu madre es una exagerada...

- Y que solo salía con modelos estiradas y huecas que no sabían dónde poner sus manos para hacerte feliz – agregó.

Cuando, donde y como el amor quiera-ChaesooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora