Capítulo 5.

5.3K 402 29
                                    

5. "La fiesta de la fraternidad".

Continuaba examinando a Christopher, mientras que mi cerebro no mandaba ninguna señal para que mi cuerpo reaccionase.

—¿Quién diablos es él, Abbie? — Me susurró Nick.

—No quieras saberlo...

—Juraría que le conozco...

Aparté rápidamente la mirada del chico y la dirigí a Nick.

—¿Que le conoces? — Repliqué.

El rubio agitó la cabeza y posó una de sus manos en mi hombro.

—En cuanto recoja el móvil te llamo, Abbie. Que tengas buen día.

Y, tras decir eso, Nick se esfumó de la escena.

Frunciendo el ceño, no me quedó otra que devolver la mirada al chico de Seattle.

—¿Qué diablos haces aquí? — Pregunté.

—Estudio derecho... - Murmuró.

Abrí mis ojos, sorprendida y sacudí mi cabeza. Carraspeé la garganta y comencé a andar, pasando a su lado.

El chico no se conformó y anduvo hasta ponerse a mi altura.

—¿Y tú qué diablos haces aquí? ¿Eres de Baltimore? — Preguntó, anonadado.

—¿Tú que crees?

El chico se soltó en una carcajada de incredulidad.

—Estaba algo nervioso por ser el primer día, pero al encontrarte a ti...

Me paré en seco cuando escuché decir esa frase con cierto tono esperanzador.

—¿Qué? — Repliqué.

—Bueno, creo que al menos me enseñarás la universidad...

Apreté mis ojos controlándome de contestarle de una manera totalmente grosera. Algo en mi interior estaba cosechando un gran odio hacia su persona.

Sin embargo, luego comprendí que no podía juzgarle por lo que había pasado en Seattle, y mucho menos ser tan desagradable con el como para no enseñarle la universidad.

—Está bien. Te la enseñaré.

Christopher llenó sus ojos de alegría y continuó su camino junto al mío, llegando exactamente a la entrada exterior de la universidad.

Expliqué al muchacho la historia de la universidad y las estatuas que había en el exterior, mientras atravesamos los jardines de ésta, que estaban perfectamente recortados.

Después, hubo un incómodo silencio hasta llegar a la entrada del pabellón donde él supuso que cada uno debía de irse por su lado.

—¿Tú que estudias? — Se atrevió a preguntar.

—Para tu sorpresa, también estudio derecho. — Contesté.

—¡Vaya! ¿Iremos incluso a la misma clase?

Su entusiasmo no hacía tanto efecto en mí. La verdad que no me hacía ninguna ilusión compartir clase con el chico que me acosté en Seattle. Sin conocerle de nada.

—Sí... - Musité.

Comenzamos a andar hasta entrar al pasillo donde todo el mundo hablaba con sus conocidos y compartían anécdotas del verano.

Me sentía completamente fuera de lugar. No encajaba. No quería encajar.

Alguien me cogió del brazo mientras que intentaba buscar el aula donde tendría la primera hora.

DARK WHISPERS #Whispers2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora