DARK WHISPERS #Whispers2

Capítulo 27.

27. "no te escaparás"

Harry's POV.

Unas horas antes.

Sharon caminaba por mi apartamento, campantemente, mientras yo continuaba sentado en el sofá, con las manos entrelazadas y apoyadas en mis rodillas. Ni siquiera tenía miedo, y me di cuenta de la razón de ello cuando me percaté de que abrió su chaqueta para sacar de su bolsillo interior una pequeña bolsa con polvos blancos. Sharon se estaba drogando. Era evidente. Una persona que hasta el momento había sido normal, no podía llegar a tal extremo sin ayuda de estupefacientes.

Escuché cómo lo respiraba y miré hacia otro lado. A pesar de todo, la escena era demasiado violenta como para contemplarla.

—¿Cuántas veces te voy a tener que pedir que me digas dónde puedo encontrar a Tommy Steven? – Inquirió, amenazante.

—No te lo pienso decir. No pienso meterme en este mundo ni un milímetro más.

—Ah, ¿no? ¿Acaso hay algo diferente a la última vez cuando nos encontramos en el bosque?

Intenté fingir e intenté que no se diese cuenta de que, efectivamente, así era. Miré hacia el suelo y sentí que mi corazón iba a salírseme por la boca.

—¡Vaya! ¿Qué ocultas, Stewart?

Subí mi mirada hacia su rostro, el cual empezaba a dejar entrever la cantidad de droga que ya correría por sus venas, lo que me dio una pista de que no era la primera vez en el día que probaba la droga.

—Estás empezando a desquiciarme, Sharon...

—Estoy de acuerdo. Estoy empezando a cansarme de parecer un soldado en guardia.

—Si me permites darte un consejo, aléjate de esto. No te conviene.

—¿Cuántas veces más me lo vais a repetir? ¡Lo he elegido yo! Vivir el sueño universitario en Seattle se quedaba demasiado aburrido en comparación a lo que hago ahora: vengar la muerte de mi novio.

—Debes de dejar de buscar soluciones, Sharon... No las vas a encontrar. A él no le gustaría verte así...

—¿Y cómo le gustaría verme?

—Siendo una persona normal, ¿sabes?

La muchacha emitió una irónica sonrisa.

—A Abbie también le gustaría verte siendo una persona normal y no como un asesino, que es lo que eres.

Me levanté del sofá y agarré mi puño con rabia. Sharon de nuevo cargó su arma, apuntándome.

—O me dices donde encontrar al hijo de Brad Steven, o te mato aquí mismo. Y te juro que eso será la cosa más gratificante de mi vida.

La chica fijó su mirada en los papeles que había sobre la mesa. En todo momento habían pasado desapercibidos. No solo para ella, sino también para mí. Los atrapó y de nuevo hice un amago de acudir a ella, pero de nuevo me amenazó con el arma.

Abrió el sobre y enseguida cayeron sobre la mesa un par de fotos de la ecografía. El secreto estaba al descubierto. Sharon cambió el gesto y su ceño se frunció, incluso pensé que estaría sintiendo nostalgia.

—¿Abbie está embarazada?

Tragué saliva y asentí. No tenía escapatoria.

El timbre de la casa sonó. La miré con desprecio y, sin siquiera pedirle permiso, me dirigí hacia la puerta, atravesando el pasillo. Tiré del pomo y abrí la puerta, encontrándome a alguien que no debía de estar aquí en este momento.