Capítulo 16.

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16. "Falling"

-Son 600$.

El hombre sacó un fajo de billetes. El niño que lo acompañaba lo miraba entusiasmado.

-Esto son los ahorros de muchos años. Mark y yo hemos estado ahorrando para esta guitarra tanto tiempo...

-¡Y ya por fin es nuestra! - Exclamó el pequeño.

Les miré con cara de entusiasmo y me llené de alegría el interior tras ver la escena tan dulce que compartían padre e hijo.

-Espero que la disfruten mucho. - Dije, tras haber contado los billetes.

-Lo haremos, querida. Gracias.

Les tendí el maletín donde iba la guitarra y el hombre la cargó en su hombro.

-Qué amable eres, Abbie. - Dijo Adam.

-Me gusta mucho ver el entusiasmo de la gente.

-¿Te gusta verlo porque tú ya lo has perdido o...?

Adam era un chico especial. Era hermano de Ruth y los domingos venía a ayudarme a la tienda. Compartir un día con él era de lo más entretenido. Quizás me sacaba diez años, pero aun así, tenía algo que le mantenía tan joven como un chico de quince años. Quizás la positividad con la que tomaba todo, ese entusiasmo que solo la gente joven consigue que permanezca.

-No. - Contesté, con la mirada hacia abajo. - O eso quiero pensar.

El chico sonrió mientras metía el dinero en la caja y la cerraba.

-Ya está todo.

-¿Terminado por hoy? - Pregunté.

-Terminado por hoy. ¿Quieres salir a tomar algo?

Me pilló de sorpresa esa propuesta. Intenté articular respuesta pero no sabía qué contestar.

-O bueno, si quieres otro día...

-N-no. Está bien. Pero... ¿No tienes nadie con quien ir o a quien pueda molestar que vayamos a tomar algo...?

-¿Por qué lo dices?

-No sé... Tú...

-¿Ya soy lo suficientemente mayor para tener una pareja, una casa y un bebé al cual tenerle que cambiar los pañales cada dos horas?

-Bueno, no quería decirlo de esa manera, pero... Sí.

El chico se echó a reír y mi disimulada manera de llamarle viejo no le afectó

-Tengo treinta y cuatro, Abbie. Tampoco soy tan mayor. ¿No?

-No. Claro. No.

-Entonces, ahora que sabes que no tengo pareja ni ningún bebé con pañales, ¿Aceptas?

-Sí. Claro. Acepto.

-Genial. Ve a cambiarte. Te espero fuera.

Sonreí. No me iba a venir nada mal distraerme y conocer a gente externa a ese círculo vicioso de secretos y misterio que continuaba rodeando mi vida.

Sharon había vuelto a la ciudad por algo que, como ella misma definía, no me iba a gustar. Chris, quien no había vuelto a aparecer por clase, era uno de los Wood, una de las familias más peligrosas de la ciudad. Harry estaba intentando averiguar cómo conseguir información sobre si era cierto eso de que Chris era el ayudante de Brad... Pero, ¿Y si lo era? ¿Cuál sería el resultado de juntar a la persona con menos sentimientos y escrúpulos del mundo con alguien como podía ser Chris si era como le definía Harry?

DARK WHISPERS #Whispers2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora