DARK WHISPERS #Whispers2

Capítulo 15.

15. "discover"

—¿Te pillo en mal momento? – Preguntó la chica.

La inspeccioné tan rápido como mis ojos me dejaron. Su pelo ahora estaba mucho más corto, por encima de la nuca. Rubio oxigenado. Sus ojos estaban pintados con la línea cual chica barriobajera, al igual que sus labios rojo intenso. Su ropa era mucho menos cuidada que hace unos meses.

Chris se dio media vuelta y comenzó a andar hacia la cocina.

—Claro, pasa. Yo iré a deshacerme de él.

Dejé que Sharon pasase al interior del piso y la chica, como bien se conocía la casa, se dirigió hasta el salón. Yo, opté por entrar a la cocina y echar de una patada a Chris, quien estaba sentado en un taburete de la cocina, comiendo ansiosamente un croissant y bebiendo una taza de café.

—¿Quién te ha dado permiso para poner tus asquerosas manos en mi comida?

—Creo que me debes algo.

—¿El qué?

—El haber cuidado de ti y el haber hecho que no te murieses.

—Quiero que en cuanto acabes eso te largues de aquí.

—¿Has roto con Harry?

—¡¿Por qué coño dices eso?!

—Ayer te peleaste con él.

—No. No he roto con nadie.

En ese momento una embestida acusó a mi estómago. Me reiteré a la conversación que tuve con Harry hacía un tiempo.

—¿Cómo sabes que se llama Harry? – Pregunté.

Chris agarró el croissant con sus dientes y cogió la camiseta del respaldo de la silla para después colocarla en su torso.

—¿Quién no iba a saber que él se llama Harry Stewart?

Me guiñó un ojo y, mientras iba masticando el bollo industrial, condujo sus pasos hasta la puerta de la salida y desapareció del piso.

***

Con mi cabeza totalmente aturdida, asistí al salón, donde Sharon me esperaba. La chaqueta vaquera que vestía se la había quitado, y ahora estaba con una camiseta de media manga con algo de escote.

—¿Ese no era el chico que te tiraste en Seattle? – Preguntó, confusa.

—Sí, sí lo es, pero... es una larga historia; ¿qué te trae por aquí? Me han dicho que te vieron hace unos días...

—Sí. Llegué hace algunos días ya.

—¿Por qué no me avisaste de que vendrías, Shar?

—Porque no creo que te guste el por qué estoy aquí.

Justo en ese momento el teléfono empezó a vibrar. Era Harry. Mi corazón pegó un vuelco.

—Al fin. – Contesté.

—¿Estás ocupada? – Preguntó su voz, algo intimidante.

—Sí.

—¿Dónde te metiste anoche? Te estuve buscando por todos lados.

—Estaba ocupada, como lo sigo estando ahora.

—Cuando dejes de estarlo llámame, quiero contarte algo.

—Perfecto.

No me despedí. Directamente corté la llamada y regresé la mirada a Sharon.

—Lo siento.