DARK WHISPERS #Whispers2

Capítulo 19.

Antes de nada, siento tantísimo haber estado TANTO tiempo fuera de aquí. Empecé los estudios y este año para mí esta siendo agotador a la vez que demasiado agobiante. He estado super liada hasta que he encontrado un minuto para escribiros y decíos que NO he dejado de escribir ni un solo momento y que Dark Whispers continuará. Quizás no suba tan regular como lo hacía antes pero espero no tener que esperar tanto tiempo como la otra vez. Intentaré subir al menos un capítulo por semana a partir de ahora. Lo siento, de verdad.

19 . "What's happend?"

El alboroto de la planta de abajo ya no me causaba ningún interés. Los tonos de voz estaban subiendo cada vez más, y ese fue el motivo por el que ninguno – o al menos eso pensaba – se había enterado de nuestra estancia en la caseta.

Cargué uno de los brazos de Harry sobre mi cuello y lo incorporé como pude. Conseguí ponerlo de pie y que el peso reposase, al menos algo, sobre sus pies. Lo arrastré hacia la habitación y más tarde hasta la terraza por donde habíamos entrado. Cerré la ventana y le senté en el suelo, apoyándolo en la pared.

No daba ninguna respuesta. Seguía inconsciente.

—¿Anthony?

Una voz proveniente del pasillo me sobrecogió. Era uno de los que estaban abajo.

—¡Mierda! — Exclamé. —¡Vamos, Harry! ¡Despierta!

El chico seguía sin responder.

—¡¿Quién anda ahí?! – Gritó.

Mi corazón se empezó a acelerar y mis nervios empezaban a impedirme, de nuevo, pensar con claridad.

Miraba a todos lados pensando en cómo podía escapar de ahí llevando a cuestas a Harry.

Pero no podía.

Miraba al chico que parecía dormir plácidamente. ¡Joder! ¡Debía de despertarse! ¡Tenía que hacerlo!

La madera comenzó a crujir. El nuevo hombre había entrado a la habitación.

Coloqué a Harry de tal manera que no se le pudiese ver desde el interior de la habitación. Yo, estaba de pie, al lado de la puerta.

Por un momento, dejé de escuchar pasos. Fruncí el ceño y me extrañé. Quizás el hombre ya hubiera descartado esa habitación y estábamos a salvo.

Me incliné poco a poco hacia la ventana, para poder mirar el interior.

Lo examiné. Nadie por la puerta, nadie cerca de la cama ni del armario, nadie por las esquinas...

—¡Joder! – Grité.

El hombre apareció de repente en frente de mí, detrás del cristal. Su sonrisa maléfica se dibujó. Parecía que en mi frente tenía el nombre de "apetecible merienda"

El individuo rompió el cristal con el codo. Mi cuerpo se sobrecogió, se desplazaba hacia atrás, paso a paso, obligada por el hombre.

Cuando entró en la terraza, miró a su izquierda, donde se encontraba el cuerpo aun inconsciente de Harry.

Negué con la cabeza, maldiciendo el no tener salida.

—Vaya, creo que le has dado una buena al chico. – Murmuró.

No contesté, y seguí dando cortos pasos hacia atrás. Pero el espacio se acabó, y mi cadera chocó contra la barandilla de la terraza.

En ese momento sentí como el hombre se acercaba cautelosamente a mí. Apreté mi mandíbula intentando pensar en cómo escapar de esa.