13. "mystery"
Seguía el paso apresurado que llevaba la dueña de la tienda que se encargaría de darme trabajo.
Mi querida y antigua compañera en la tienda de discos, Ruth, me había conseguido un puesto de trabajo en la tienda de sus padres al enterarse de que Luke había encontrado piso y me quedaba yo sola pagando la carrera y el apartamento. Sí. Un "estupendo" puesto de trabajo, no mucho más lejos que donde trabajaba antes. Esta vez sería en una tienda local de instrumentos de segunda mano.
—Y por aquí están las guitarras... Suele ser lo que más compra la gente. – Dijo la mujer mientras señalaba lo alto de la pared, donde colgaban tres fantásticas guitarras blancas.
—Estupendo. – Dije.
—Ruth me dijo que tienes algo de idea de instrumentos.
—Sí. Así es.
—Eso será genial. Es un placer que trabajes con nosotros, Abbie. Confío mucho en tu disciplina.
—La tendré señora Hudson.
Tras firmar el contrato definitivo y concertar fecha para comenzar a trabajar en la tienda de los Hudson, emprendí camino hacia casa de Harry para anunciarle la fantástica noticia de que al fin había encontrado trabajo.
Habían pasado unos días desde la caótica visita a la cárcel. Desde entonces, intenté mantener algo de distancia con él, pues pensé que le vendría bien.
Sin embargo, ahora era la oportunidad perfecta para volver a verle.
Subí rápidamente hasta la puerta de su casa en cuanto llegué. Una radiante sonrisa se dibujaba en mi rostro.
Llamé al timbre y no tardó demasiado en abrirme.
—¡Adivina quien tiene trabajo! – Exclamé.
—¿Tú? – Preguntó, sonriente.
—¡Sí!
—¡Genial, enhorabuena!
—¿Qué te parece que te invite a comer para celebrarlo?
—Claro. Quiero hablar contigo de algo.
Sonreí y di media vuelta cuando entré al pasillo de la casa. La felicidad brotaba por mis venas de manera explosiva, y él se daba cuenta.
La sonrisa tampoco podía retirarse de su rostro, y era algo por lo que me sentía halagada. Al fin estaba volviendo a hacer cosas que beneficiaban a Stewart.
—Puedes sentarte en el sofá mientras me pongo algo más formal. – Propuso.
Emprendió camino hacia su habitación y yo me fui en dirección al sofá.
—¿Cuándo diablos se te acabará este ambientador de coco? – Exclamé.
—Mmm, ¿Nunca? – Contestó, desde la habitación.
Reí y examiné con cautela el salón de Harry, de nuevo. Realmente echaba de menos el poder compartir una relación con él. Aunque fuese llena de altibajos y secuestros, al menos estábamos juntos.
Su teléfono vibró un par de veces encima de la mesa de cristal.
La tentación quería quemarme. ¿Quién sería? ¿Seguiría Harry con la misma obsesión de que jamás tocase su móvil?
La última vez que lo hice no salió muy bien, por lo que decidí no tentar a la suerte y dejarle su privacidad.
—Ya estoy listo.
Giré la cabeza en su dirección y me encontré a un elegante Stewart. Jeans oscuros –como siempre— con un jersey de lana ancho y unos botines marrones. También había recolocado un poco su pelo y sus rizos habían cogido más volumen. Estaba irresistible, como siempre.
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DARK WHISPERS #Whispers2
Fanfiction{SEGUNDA PARTE DE WHISPERS} "Cuando me propuse que él tan solo sería un juego, no pensé que podría llegar a perderlo."