Abbie's POV.
La mirada de Stewart me abrasaba. Había tenido la suerte de tener que estar frente a él en esta mesa. Mesa en la que ya habíamos coincidido previamente.
Parecía estar escuchando a la perfección la voz de Robert, a pesar de que no despegaba ni un segundo su mirada de mí. Sí, debía de querer asesinarme por haber estado dos días sin dar señales de vida y bajo el cuidado de Nick.
—¿Dónde has estado? – Me gesticuló con sus labios.
Encogí mis hombros y él resopló por la nariz, negando con la cabeza. Incrédulo.
Mi mirada y mi atención regresaron a Robert, que continuaba señalando con su índice a la fotografía de su derecha, que correspondía a Brad Steven.
—Todos los que estamos aquí hemos sido afectados por algo que tiene que ver con este energúmeno. Mató al padre de Harry, mató al novio de Sharon y mató a mi hermana. ¡Nos ha jodido a todos! Me da igual jugarme mi puesto en el FBI. Me da igual todo. Quiero acabar con él y con su maldito compinche.
—Robert. – Interrumpió Harry. — Quisiera saber qué pintan aquí Abbie y Nick.
—Brad jodió a Nick, Harry. – Respondió. – al igual que jodió a Abbie.
—¿A Nick? – Replicó Stewart. – Que yo sepa él fue parte de su juego durante un tiempo.
—¿Disculpa? – Recriminó Robert.
—No le hagas caso, Robert. Dice tonterías, como casi siempre.
Sentí como Horan golpeaba con la pierna, bajo la mesa, a Harry. Fruncí el ceño y de nuevo sentí cómo sus ojos se clavaban en mí.
—¿Podéis dejaros de tonterías? – Gritó Sharon. – Estoy en un puto contrarreloj. Como se enteren de que he matado a Oliver, me matarán a mí. Y si eso llega a pasar, quiero ver cómo el cabrón de Steven se va al infierno, quemándose mientras recuerda la cara de Leo Payne toda la eternidad.
—No te matarán. – Interrumpe Eric. – No dejaremos que lo hagan.
Sharon asomó la cabeza hasta el otro extremo de la mesa. Eric estaba a mi derecha y Sharon a mi izquierda. Todos quedamos sorprendidos ante la inesperada reacción de Eric.
—El plan es el siguiente. – Continuó Robert. – No ha habido manera de pinchar el teléfono de Christopher, pero sí de uno de sus secuaces. Hemos descubierto que en cinco días tienen una reunión importante con un tal Alfred Anderson. Por lo que hemos podido llegar a hilar, ese tal Alfred Anderson es un pez gordo de las armas, y dice tener una serie de escopetas parecidas a las que había escondidas en esas malditas coordenadas. Y aquí entras tú, Harry. Que piensen que ahora estás de su parte es lo mejor que nos ha podido pasar, después de que Oliver esté muerto. Asistirás a esa reunión y nos darás vía libre para entrar. Tiro en la cabeza a Alfred y convencer a Christopher de que se cambia el lugar del encuentro. ¿Por qué? Porque me encargaré de sacar a Brad de la cárcel y llevarlos al puto descampado donde encontramos los restos de mi hermana. Y ahí, los amordazaremos y los rodearemos todos. Los tendremos a nuestra disposición a los dos. Tendremos a las personas que más daño nos han hecho arrodillados a nuestros pies. Arrodillados, rogando porque les dejemos vivir. Y nosotros, todos y cada uno de nosotros, seremos quienes les demos el último adiós. ¿Qué me decís?
—Fascinante. – Responde Nick. – No podía esperar menos de ti, Robert.
—¿Nos estás diciendo que vas a convertirte en lo mismo que son ellos? – Preguntó Eric.
—Te lo estoy afirmando.
Un silencio incómodo nos rodeó a todos, ante la atónita mirada de la mayoría. Nick parecía estar disfrutando de todo esto.
—Eric, Sharon, Abbie y Harry, viviréis en la casa en donde habéis estado viviendo estos días vosotras. Nick y yo nos encargaremos de seguir despistando a todo el mundo, como buenos agentes. – Dijo Robert.
Nick se sonrió y Robert se puso de pie: —Os iremos informando de cómo va a ser todo cada día. Pero, mientras tanto, lo mejor es que estéis aislados y sin que nadie sepa dónde estáis. En la casa hay un garaje trasero con un armario lleno de todo tipo de armas. Podéis ensayar vuestra puntería.
—Se te está yendo la pinza, Robert. – Interrumpió Harry. — ¿Cómo coño has pasado a este extremo?
—Me han abierto los ojos, Harry. – Contestó, pasando su mano por el cuello de Nick y dándole un fuerte abrazo. – Y, ahora, Nick os llevará a la casa donde estaréis estos días. Todo por vuestro bien, chicos. Suerte. Todo esto acabará pronto.
—Robert, ¿de verdad? ¿Nos vas a llevar a una puta casa a encerrarnos y esperar tú momento oportuno para actuar? Estás loco si piensas que aceptaré. – Interrumpió Harry. – Estás loco si piensas que volveré a arriesgar mi vida.
—Si no haces lo que te pido es cuando estás arriesgando tu vida, Harry. Hay una tercera persona que saldrá dañada de esto si no te esfuerzas en seguir órdenes que no son las tuyas por una maldita vez.
—Hazle caso, Harry. – Murmuré, intentando influir algo en su decisión. – Si todo sale como lo previsto, en cinco días acabará todo esto.
El chico miró desafiante a su tío, y regresó la mirada al suelo. Frunció el ceño y, con su silencio, demostró que seguiría las órdenes de Robert.
****
Harry's POV.
No supe en qué momento decidí meterme en esto. Aceptar que la persona que me había amenazado tantas veces, estuviera intentando protegerme. Algo había en él que no podía pasar por alto. Algo había en ese Horan que no iba a convencerme de que estaba haciendo esto para ayudarme.
Me encontraba en el asiento del copiloto, mientras que Nick conducía y Sharon, Eric y Abbie se encontraban en los asientos traseros. El rubio tarareaba las canciones que emitía la radio. Parecía feliz, ¿cómo no iba a estarlo? Estaba viendo cómo me sometía una vez más a él. Sabía que iba a hacerlo si en juego estaba la vida de las personas que más me importaban.
En todo el trayecto, lo único que se escuchaba era a Horan cantar. Ninguno de los cuatro abrimos la boca para emitir ningún tipo de palabra. Todo estaba dicho.
Llegamos a una de las casas aisladas, la que entendí, por un comentario que Robert había hecho, que era donde habían estado reclutadas Abbie y Sharon estos días.
El chico aparcó el vehículo y los tres bajaron inmediatamente del vehículo, adentrándose en el terreno de la casa en cuanto pudieron. Nick se despidió de ellos con una agitación de mano, pero yo me quedé al lado del vehículo, perplejo.
—¿Qué tramas? – Pregunté.
—¿Qué tramas tú? ¿Acaso pensabas decirle a Robert que fui yo quien liberé a Brad la noche en la que nuestro querido amigo murió? Oh, espera. Al menos no fui yo quien sujetó el arma con la que lo mataron. No como tú con Lucy. Estoy a un paso del jaque mate, Harry. Tiéntame un poco más, y estás acabado. Muerto. Y, ahora, más te vale cuidar tu vida.
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DARK WHISPERS #Whispers2
أدب الهواة{SEGUNDA PARTE DE WHISPERS} "Cuando me propuse que él tan solo sería un juego, no pensé que podría llegar a perderlo."