DARK WHISPERS #Whispers2

Capítulo 10.

10. "Monsters"

Me desperté de un vasto movimiento. Miré hacia todos los lados y solo veía tanto como la luz que entraba por la diminuta ventana me permitía.

Las sábanas blancas rodeaban mi cuerpo, como la única prenda que éste tenía.

Mi cabeza continuaba girando hacia todas direcciones, pero no. No encontraba lo que buscaba: Harry.

Aspiré y volé en un segundo al día en el que me dejó plantada en el restaurante, con un billete junto a la carpeta donde estaban los asuntos de negocios que, por aquel entonces, era lo único que nos unía.

Enrollé de mejor manera la sábana en mi cuerpo y di un rápido salto desde el colchón hasta el suelo.

Me estremecí cuando mis pies tocaron el frío suelo, pero no me negué a dar los pasos que me condujeron hasta la puerta cerrada del baño.

Entré y revisé con mi mirada el aseo, pero ni rastro de Stewart.

Mi corazón comenzaba a ir a mil por hora y ponerse en la peor de las situaciones.

Mi garganta estaba empezando a coger menos cantidad de aire cuando me miré en el espejo y observé que en mi cuello había tres mordiscos marcados.

¿Eso lo había hecho Harry?

Fruncí el ceño y mi interior se acongojó. Eso quedaba estéticamente horrible.

Sin embargo, agité mi cabeza para evitar centrarme en algo que no era relevante, como esos mordiscos.

Giré mi cuerpo y apreté el nudo de las sábanas para que estas no se cayesen de mi cuerpo.

Conduje mis pasos hasta el exterior del baño, decidida a ir en busca de mi teléfono móvil.

Pero fue en el momento en el que salí del aseo, cuando casi choqué con Harry.

Instantáneamente y casi sin quererlo, dejé salir un aspiro de alivio de mi garganta.

-T-te estaba buscando... - Balbuceé, mientras le miraba.

Sus ojos verdes me miraban fijamente. No pudieron evitar viajar hasta mi inusual atuendo: Las sábanas.

-¿Dónde estabas? - Pregunté.

-Fui a pagar.

-Creí que te habías vuelto a ir sin mí...

-No haría eso.

-Lo hiciste.

-Cuando no nos unía nada.

Tragué saliva dándome cuenta de que la conversación estaba siendo más tensa de lo que imaginé.

-Ve a ducharte, Abbie. Te esperaré aquí.

Cerré mis ojos rezando porque la dureza con la que me continuaba hablando Harry, desapareciese después de lo ocurrido.

Quizás simplemente debía de darle tiempo.

-¿No vamos a desayunar?

-Tengo prisa.

Entendí en ese momento que nada había cambiado. El encuentro solo valió para llenarme cien por cien la esperanza, y estamparla contra el suelo de la manera más burda posible.

Asentí mientras mordía mi labio inferior, y me adentré de nuevo en el baño, dando un portazo en el rostro de Harry.

***

Salimos del motel apresuradamente.

Mis manos se encargaban de desenredar mi melena mojada mientras caminábamos por el parking en busca del Audi.