DARK WHISPERS #Whispers2

Capítulo 35.

Harry's POV.

—Estás loco si piensas que voy a ayudar en la más mínima cosa al asesino de mi padre, Eric. – Dije, andando de un lado para otro del apartamento.

—No, Harry. Te equivocas. – Respondió Eric. – Oliver nunca mató a Des.

—¿Cómo sabes eso?

—¿Confías en mí?

—Sí, claro...

—Pues confía en lo que te digo: Oliver no mató a Des y, ahora mismo, puede sernos de gran ayuda para derrotar a Brad y toda su panda. Robert nos ayudará, de hecho, en estos momentos, está haciéndolo.

—¿Qué sabes de Robert?

Eric sonrió, sarcástico.

—Sé más de todo esto de lo que tú te piensas.

—Estoy sorprendido...

—Mañana tenemos planes: he organizado una cita con Oliver Franklin para comenzar nuestro trabajo.

—Olvidas algo, Eric.

—¿Qué olvido?

—Que he prometido a Christopher someterme a ellos de nuevo. Y no estoy dispuesto a arriesgar mi vida. No ahora.

—Tranquilo, Harry. Con la información que le he dado sobre Brad a Christopher, no te harán daño ni a ti ni a Abbie. Te lo aseguro.

—¿Cómo estás tan seguro?

—Porque hay un caso que les concierne.

Abbie's POV.

El olor a polvo me conmovía. Parecía que era lo único que podía palparse en el apartamento, aparte de la tensión y el horror que acompañaba a Sharon.

La chica arropaba sus rodillas. Manchaba el sofá de cuero con sus botas, pero ya no importaba. Estas cuatro paredes habían estado tanto tiempo sin habitarse que asustaba.

Los sollozos de Sharon retumbaban en el pasillo por donde tantos días desfilamos con nuestros modelitos, y la tetera chirriaba desde la cocina donde habíamos compartido tantos desayunos.

Tiritaba, y casi el asiento vibraba de los nervios que apoderaban su cuerpo.

No podía creerme que estuviera a escasos centímetros de mi mejor amiga, la cual había intentado atacarme y que incluso lo había logrado en más de una ocasión. Sin embargo, ahora solo podía empatizar con su agonía, y esperar una explicación que pudiera hacerme entender por qué había matado a Oliver Franklin.

—¿Quieres algo más aparte del té? – Propuse.

—¿Y ahora qué? – Fue su respuesta. —¿Iré a la cárcel? ¿Llevaré una vida como la que lleva Brad Steven? ¿Esa seré yo, Abbie?

Fruncí el ceño y tragué saliva mientras intenté buscar en mi cabeza una palabra que me ayudara a consolar algo que no sabía.

—Soy un monstruo, Abbie... ¿Cómo diablos he podido acabar así?

—¿Por qué lo has matado, Sharon? – Decidí preguntar, tras quince minutos desde que tomamos asiento en el sofá.

—Porque él quería matarte a ti.

Mi rostro se descompuso. Parecía que había visto todo en este día, pero desde luego, estaba totalmente equivocada. Intentaba articular palabra, forzar con mi mandíbula tan solo una frase. Pero no daba abasto. ¿Matarme? ¿A mí? ¡¿Por qué?! Creía estar fuera de todo esto hasta esta noche.