DARK WHISPERS #Whispers2

Capítulo 34

34. "oh, shit"

Harry's POV.

Mis pies caminaban sobre la tarima, la cual desprendía un sonido peculiar. Agarré con fuerza la taza de té mientras me acercaba al salón. Allí estaba ella. Una manta la arropaba, del frío, por supuesto. De sus pensamientos no lo harían. Su mirada estaba fijada en un punto único en el salón y su cuerpo se mecía hacia adelante y hacia atrás.

—¿Y Eric? – Me preguntó, en cuanto tomé asiento a su lado.

—Le dije que estaríamos aquí. – Contesté. – Tranquila, Hannah.

La chica me miró, quizás intentando hacer un duelo de miradas. Las lágrimas decoraban su mirada, y sus labios aún temblaban. Parecía que la conversación de regreso a casa explicándole cada detalle de los Skills, no había sido buena idea.

—Por eso decías constantemente que eras un monstruo, ¿verdad? Porque eres como ellos.

—No. No, no, no, Hannah. Yo no soy como ellos. – Respondí. – Yo...

Llevé mi mano hacia su rodilla. Intenté rodearla y trasmitirla algo que la confortase. La chica me miró, de nuevo temblorosa. Frunció su ceño y, mientras agarraba la taza, se retiró de mí.

—¿Cómo me han encontrado, Harry? ¿Cómo sabían quién era? – Replicaba.

—Porque saben todo de mí... siempre lo sabrán.

—¡Te has sometido a ellos! ¡Tendrás hacer lo que ellos quieran!

—Lo he hecho más veces, Hannah. No me costará.

—¿Y Abbie? ¿Qué es de ella? ¡Parecía como si ya estuviera acostumbrada a vivir situaciones como esa!

—Lo está. Y, por eso, ha decidido que lo mejor es huir.

—¿Puedes huir de eso?

—Si no te llamas Harry Stewart, puedes huir de ello. De hecho, es lo que quiero que hagas: huir.

—¿Q—qué? ¡No! ¡No quiero huir! ¡Acabo de conseguir mi trabajo de ensueño, Harry!

—O huyes, o serás motivo de chantaje para futuros planes de Christopher.

—¿Cómo puedes ser tan egoísta? ¿Pretendes que me vaya y que deje atrás toda mi vida, mis sueños, porque pueden usarme para hacerte chantaje? – Hannah se levantó en ese mismo momento, deshaciéndose de la manta. — ¡Que te jodan, Harry!

—¡Espera, Hannah!

En ese mismo momento, la puerta del apartamento se abrió. Olvidaba que Eric vivía en mi antiguo apartamento en el momento en el que me fui con Abbie.

—Hola, chicos.

—Y adiós. – Respondió Hannah.

—No. – Participó Eric. – En realidad, no creo que sea buena idea que te vayas. Deberías pasar la noche aquí.

—¿Qué? ¿Estás loco? ¡Quiero poner punto y final a esta escena tan fuera de lugar que acabo de vivir y volver a mi vida normal cuanto antes!

—Está bien. – Dijo Eric. – Pero mejor haz todo eso mañana.

—Haz caso a Eric, Hannah. – Murmuré. – Por favor.

La chica llevó las manos a su cabeza y masajeó sus sienes, e incluso emitió un pequeño grito. Acto seguido, se dio media vuelta y condujo sus pies hacia el pasillo de habitaciones.

—¿Quieres que te acompañe a la habitación? – Propuse.

—Sé bien donde está. – Contestó, sin siquiera mirar hacia atrás.