Angie Vázquez estudia en el Colegio San José Norte. desde la secundaria conoce a Juan Pablo Villamil quien es su mejor amigo y también tiene un crush secreto con él. Antes de la universidad Villa y su familia se mudan a los estados unidos y estudia...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
“ ISAZA, ANGIE ”
🔸RELATA ANGIE:
Había sobre pensando toda la noche, no había podido pegar los ojos, solo lloraba y lloraba sobre mi almohada, no dejaba de preguntarme ¿Por qué me torturaba así?, ¿Por qué se fue después de que estuvimos juntos?, Por mucho tiempo pensé que estaba muerto y le lloré como una Magdalena a una tumba vacía, pensando que mi amor se me había marchado, pase meses de depresión. Cuando sus padres reaparecieron como si nada y nadie hablo del tema pensé que quizá estaba herido, mantuve la esperanza viva, pero fue cuestión de meses que me di cuenta que jamás sabría su verdadero paradero y fue cuando tuve que asimilar que no volvería.
— ¡Angie!___ golpeteo la puerta de la habitación Alejo y sin ser grosera yo no quería ver a nadie en ese momento___ ¡Angie se que estás ahí, abreme quiero saber que estés bien!___ me levanté de la cama y abriendo lo deje pasar.
— No tengo ánimos___ le advertí.
— Y no comprendo la razón, ayer ganamos el primer lugar, ¿Pensé que festejariamos con nuestra primera borrachera?.
— ¡Alejandro no estoy de humor!___ le repetí y me miró asustado.
— Debe ser algo muy grave como para decirme por mi nombre___ se acercó a mí y agache la cara estaba apunto de soltarme a llorar otra vez___ no se que te suceda, no me quieres decir lo que te está lastimado___ me tomo las manos y las puso enmedio de los dos___ pero sea lo que sea si necesitas llorarlo házlo, estás en todo tu derecho, no dejes que eso malo se quede en tu interior___ sus palabras cálidas me hicieron soltarme a las lágrimas y llorar abrazada a él, llore nuevamente como una bebita en brazos de su padre, tenía esto tan dentro de mi y me estaba comiendo vivía.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Bajamos al restaurante del hotel después de aquel momento emotivo, en verdad haber llorado me había hecho sentir mejor, pero aún tenía esa incertidumbre en mi interior.
— ¿No vas a comer nada?___ miro mi plato lleno y negué.
— Se me fue el apetito___ él me miró preocupado___ pero ya estoy bien, esto no tiene nada que ver___ juré y él asintió.
