𝐶𝑎𝑝.31 (𝑈𝑛𝑎 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑎 𝑣𝑖𝑑𝑎)

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“ Alejandro, & Angie ”

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“ Alejandro, & Angie ”

🔸RELATA ANGIE:

— ¿Algo más muñeca?___ me preguntó la señora de la tienda y negué.

— Solo llevaré esto señora Apunza gracias___ le dije guardando la barra de chocolate en mi bolso y pagando por mi compra.

— ¿Cómo está tu mamá hija?___ ella siempre solía hacerme conversación mientras buscaba el cambio un mucha calma.

— Está muy bien, ahorita está trabajando___ le contesté, la verdad es que no me desagradaba la mujer pero era el chisme andante de Bogotá.

— Que bien, en la mañana ví a tu novio pasar, pensé que iba para tu casa____ me reí ante aquello como dije era el chisme andante.

— Ya le dije que Alejandro no es mi novio, solo es mi amigo____ le dije tomando el cambio montandome a mi bicicleta y manejando con dirección a la casa. Hacía casi dos años que deje Princeton ahora había vuelto a Bogotá y volví al colegio donde iba antes de marcharme. Había dejado muchas cosas atrás cosas que me habían dolido demásiado. Y cosas que nunca puede entender y que después de unos varios meses deje de buscar respuesta. Encadene la bici afuera de la casa, ese fuerte olor a mantequilla me decía que las arepas estaban casi listas.

 Encadene la bici afuera de la casa, ese fuerte olor a mantequilla me decía que las arepas estaban casi listas

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— Alejo ya volví___ avisé dejando las lleves sobre la mesa y me encamine a la cocina.

— Me adelante___ dijo este cubierto de harina por todas partes.

— ¿Te estás enyesado?___ me rei de él al verlo así y puse el mandado sobre la barra de la cocina.

— Soy nuevo en esto___ se defendió___ pero te dije que te iba a preparar una ricas arepas como las que hacía mi abuela.

— Yo no he dicho nada___ señalé, Alejandro Posada lo conocía desde el jardín de niños, fuimos amigos en la temporada prescolar pero después se mudo dónde su abuela a Cartagena y volvió cuando estábamos por entrar a la secundaria, para ese tiempo Villa y yo ya éramos los mejores amigos así que mi historia con Alejandro o Alejo como le decimos nunca continúo, pero tampoco concluyó hace veintidós meses que casi dos años que volví a Bogotá mamá me inscribió a la universidad de Santo José Norte dónde antes estudiaba y ahí me volví a reencontrar con Alejó y mis antiguos compañeros, yo recuerdo que llegue deshecha era otra persona completamente siempre aislada, metida en mis pensamientos, nadie se me acercaba ni dejaba que lo hicieran. Pero Alejandro nunca me dejó se acercaba apesar de que lo trataba muy mal, poco a poco se ganó mi confianza y ahora se había convertido en el mejor amigo que había tenido en mi vida.

" 𝙋𝙧𝙞𝙢𝙚𝙧𝙖𝙨 𝙫𝙚𝙘𝙚𝙨 " | 𝙅𝙪𝙖𝙣 𝙋𝙖𝙗𝙡𝙤 𝙄𝙨𝙖𝙯𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora