28-Los Tragos.

17.1K 786 114
                                    

Demian

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Demian.

Desde la distancia la veo, y una parte de mi agobio cesa. Ella fue la única que supo dar con mi debilidad, esa que ni yo mismo sabía que tenía, que me hace querer huir y correr lejos, pero al mismo tiempo me hace querer quedarme.

Cada momento a su lado es una subida vertiginosa seguida de una caída libre que me roba la respiración, pero que siempre me deja con ganas de más.

A pesar de las vueltas y revueltas y de los momentos que me ponen mi mundo de cabeza, aún así, de algo tengo la certeza, mi lugar es junto a ella, porque Aleska es mi montaña rusa, y aún con nuestras altas y bajas sé qué de su lado no me iría.

Coloco el auto en marcha cuando veo a Aleska adentrarse al edificio de su trabajo y una hora después las puertas del ascensor de mi empresa se abren, salgo en busca de mi oficina, paso por el puesto de mi secretaria ignorándola.

Me adentro a mi oficina.

-Buenos días, señor...

Le hago un ademán para qué calle, no estoy de humor para nada de estas mierdas hoy.

El dolor de cabeza no lo aguanto, Aleska ha evitado todo contacto conmigo y no la veo personalmente desde la última vez que fuimos a la habitación del hotel donde me estoy quedando, y no hablamos desde aquella vez que la llamé en la madrugada.

La mujer se viene detrás de mí con su tablet en mano, se acomoda las gafas y hablo antes de que ella lo haga.

-Cancela todos los pendientes que tengo para hoy-Le ordeno sentándome en mi silla y la giro hacia el ventanal-No estoy para nadie.

-Está bien, señor Brown-Dice ella y escucho cuando sale de la oficina cerrando la puerta al salir.

Recuesto mi cabeza del respaldo de la silla cerrando mis ojos, puta mierda, tengo días que no logro conciliar el sueño, hago todo por inercia y lo único que mi mente maquina es que hacer para que Aleska me perdone.

Joder, necesito dormir.

No entiendo por qué su actitud, si a fin de cuentas estoy con ella, no había visto más a Pamela hasta esa noche que se apareció en su departamento, es ella la que no se ha cansado de joderme, si, le mentí, pero fue solo una mentira blanca e inocente, nada de la cual preocuparse, pero joder Aleska todo lo pone como si fuera una catástrofe.

El teléfono de la oficina suena.

Dejo que suene y se corta.

Vuelve a sonar y hace lo mismo varias veces.

Será que no se entendió que no quiero que hoy me molesten.

El aparato vuelve a sonar y descuelgo.

-¿Qué?-Ladro al móvil.

-Disculpe señor, aquí está la señorita Pamela Smith y pide hablar con usted.

2-TÚ ERES MÍA (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora