46-Ay,Vamos.

20.2K 759 122
                                    

Aleska

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Aleska.

Demian está frente a mí y en sus manos tiene una cesta con un arreglo alusivos a cosas de bebé, lo que me hace suponer que Max tuvo que haberle dicho algo.

Su mirada gris se clava en la mía y su olor a «versace» llega a mis narices, respiro hondo dejando que mis fosas nasales se impregne de su perfume, y una sensación de tranquilidad abarca mi cuerpo, si, me alegra verlo después de todo.

Sin decir nada, pasa por mi lado adentrándose al departamento, deja todo sobre la mesa y después se acerca a mí tomándome de la cintura, cierra la puerta y me estampa de la madera aferrando sus labios a los míos.

Su beso vehemente me hace suponer que está ansioso y por la forma que sus manos toquetean mi cuerpo por encima de mi vestido de dormir me lo confirma.

-Joder...

Su boca se abre tomando la mía con rudeza.

El pecho le sube y le baja con rapidez, y se quita los botones de su camisa con desespero.

Está brusco y me gusta el sexo así, pero estoy embarazada y quiera o no necesita controlarse.

Me acorrala con su cuerpo y me toma de los labios con tanta brusquedad que me pone arder la boca cortándome la respiración.

-Demian...

-¿Quién mierda te crees para ocultarme algo tan importante?-Me riñe pegado a mis labios.

-¿De qué hablas?-Lo miro confundida.

Su mirada destila veneno.

La rabia ligada con abstinencia sexual en Demian es mala combinación, así que tengo que hacer que se controle.

Se quita la camisa tirándola al piso, y después lleva una mano por detrás de mi cabeza tomando un puño de mis cabellos con rudeza y sin dejar de mirarme posa una mano en mi vientre.

-Lo que llevas aquí es mío-Su aliento roza mis labios-Como también lo eres tú.

Seguidamente toma posesión de mis labios y en sus besos agresivos puedo sentir el desespero que emana su cuerpo.

-Demian, no...

Trato de quitar sus labios de los míos, pero me lo impide aferrándose más a ellos con fiereza.

Sus manos me toman con fuerza de mis muslos alzándome en su regazo, y con su cara escondida en mi cuello camina hacia la habitación.

-Demian hay que hablar...

-¿Ahora sí quieres hablar?-Me corta bajándome de su regazo cuando entramos a la habitación.

Su mirada oscurecida me mira con rabia mientras de un puntapié se va quitando los zapatos.

2-TÚ ERES MÍA (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora