Estaba apoyado contra las almohadas de su cama, todavía sintiendo las huellas fantasmales del dolor insoportable que había desgarrado su cuerpo hace unos días. Todavía no sabía cómo había sobrevivido a la experiencia, pero lo único que importaba era que había sobrevivido.
Percy dejó escapar un suspiro de sufrimiento. Todavía se sentía tan abismalmente débil. Le dolía ser tan indefenso, pero no había nada que pudiera hacer al respecto. Escapar del agarre de hierro que la esencia de Estigio tenía sobre él definitivamente no había sido una tarea fácil.
Estaba dando vueltas, sintiendo vagamente las suaves mantas debajo de él. ¿D-Dónde estoy? se preguntó brevemente, antes de que otra ola de agonía lo distrajera una vez más. La Esencia de Estigio estaba luchando con venganza, odiaba ceder el control sobre su cuerpo.
Sintió una ligera agitación en las profundidades de su mente. "Déjame salir. Te liberaré de sus garras". Ni siquiera necesitaba preguntar para saber quién era. Sabía que no había ninguna posibilidad de que cediera el control al Rey Demonio nunca más. El ser había cumplido su propósito, y ahora tenía que asegurarse de que siempre permaneciera bajo llave.
Sin embargo, la decisión no lo ayudó en su situación actual. Podía sentir que sus músculos le fallaban mientras se retorcía en la cama, la Esencia lentamente comenzaba a arrastrarse hacia su corazón una vez más. Sabía que si llegaba al órgano, no tenía ninguna posibilidad.
Apretó los dientes, luchando desesperadamente contra ella, empujando contra su camino continuo, poniendo cada gramo de energía que tenía para detener su marcha implacable. Lo sintió vacilar, antes de atacar con renovado vigor. No había terminado con él, ni por asomo.
Caos no mintió. No sé si puedo hacer esto, pensó, una pequeña cantidad de humor negro tiñendo su voz interior. Podía sentir que su fuerza disminuía, la Esencia lentamente lograba cambiar el rumbo.
Estaba en sus últimas piernas cuando sintió un poder brotar dentro de él. Sin embargo, no era uno que asociara con lo que ahora había llegado a reconocer como la influencia no tan sutil del Rey Demonio en su psique. Sintió que su lealtad hacia aquellos que le importaban estalló, no dispuesto a renunciar a ellos cuando tuviera otra oportunidad de regresar. Se lo debía a todos ellos: Apolo, Hermes, Hefesto, Hestia, Poseidón, Artemis.
No, no podía rendirse. No ahora.
Con un gruñido de dolor, dio un empujón furioso, tratando de escapar de las frías garras de la Esencia de Styx. Para su sorpresa, la sustancia cedió bajo su embestida, siendo repentinamente expulsada de su cuerpo. Instantáneamente, sintió como si le hubieran quitado un gran peso de encima, permitiéndole respirar adecuadamente una vez más. Suspiró aliviado cuando los últimos rastros dejaron su ser.
Escuchó una conmoción a su alrededor, pero sus oídos estaban llenos de un zumbido demasiado fuerte para entender las palabras que decían los que lo rodeaban. Solo pudo captar los fragmentos más elementales de su diálogo.
Limpialo... dijo uno, sonando sospechosamente como Apolo. Momentos después, sintió un paño húmedo contra su pecho, limpiando una sustancia pegajosa que, incluso en su estado casi comatoso, podía sentir debido a las ondas de malevolencia que emitía.
Estaba adentrándose más en el reino de Morfeo cuando escuchó a alguien susurrar, "está a salvo... por fin..." Quería prestar atención, pero las siguientes palabras se convirtieron en balbuceos incoherentes.
Sacudió la cabeza, aclarándose el recuerdo. Sabía que tendría algunas noches en las que lo despertarían debido a las horribles imágenes que su subconsciente evocaría de su fracaso en derrotar a la Esencia, pero eso era algo con lo que lidiaría a su debido tiempo.
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Percy Jackson: Camino a la Tranquilidad
FanfictionSu vida nunca fue fácil. ¿Su primer amor? Lo dejó para la próxima gran cosa. ¿Su matrimonio? 'En ruinas' lo decía amablemente. Cuando surja una nueva amenaza, ¿podrá superarlo todo, o el nombre Perseus Jackson será otro en la lista de héroes ca...