El sol apenas se asomaba por el horizonte, el cielo anaranjado rojizo significaba que apenas les quedaba otra hora de luz del día. Los rayos carmesí inundaron el campamento, cubriendo los alrededores con un tinte rosado.
Sus ojos plateados recorrieron el área, asimilando la situación. Artemis no estaba muy cansada, considerando que solo habían logrado cubrir cinco millas ese día. Cuanto más se acercaban a Alaska, más numerosos se volvían los monstruos. Como resultado, se vieron obligados a pasar períodos más largos buscando un camino seguro a seguir. Todo esto se sumaba a que ella todavía poseía demasiada energía al final del día. Para extraer una parte de ella de su ser, eligió hacer observaciones cuidadosas de su entorno. Además de ser un método aceptable para gastar energía, también le permitió mantener sus sentidos a la par.
Los cuatro semidioses de los dos campamentos se congregaron cerca de una parte, riendo y hablando sin barreras. Su conversación fluyó con facilidad, mostrando cuán a gusto se sentían el uno con el otro. Ayudó que el engendro de Baco hubiera logrado superar su problema con la bebida. Al menos ahora no pasaba la mitad del tiempo privado de su sentido común.
Sus cazadoras estaban sentadas a su lado, comprobando las cuerdas de sus arcos. Este no era un lugar donde pudieran permitirse que surgieran problemas de mantenimiento, especialmente cuando estaban atrapados en una situación de vida o muerte. En su mayoría permanecieron en silencio, con solo unas pocas palabras intercambiadas a intervalos aleatorios. Hubo algunas ocasiones en las que los campistas trataron de involucrarlas en sus conversaciones, pero se encontraron con respuestas recortadas. Sin embargo, considerando que los hombres probablemente habrían recibido un disparo hace unas semanas, decidieron que era una victoria a su favor.
Artemis casi resopló ante el optimismo que mostraban. Pueden ser extremadamente cautelosos, pero una vez que algo comienza a ir de la manera que esperaban, bajan la guardia en un instante. O tal vez sea porque saben que los dioses intervendríamos antes de que realmente se saliera de control.
Sus ojos continuaron a lo largo de su camino, finalmente aterrizando en los otros dos dioses presentes en la búsqueda. Apolo y Monaxiá conversaban en tonos suaves, demasiado suaves para que ella pudiera descifrar las palabras, especialmente después de lo mucho que Canadá había embotado sus sentidos. A ello se sumaba el hecho de que Apolo estaba de espaldas a ella, y la boca de Monaxiá estaba cubierta por la sombra de su capucha como siempre, eliminando así cualquier posibilidad de que ella leyera los labios.
Sus ojos notaron la leve tensión en la postura de sus hombros mientras se sumergían más profundamente en su conversación, casi olvidando el mundo exterior. Estuvo casi tentada de acercarse a ellos con la esperanza de escuchar un poco de su conversación, pero descartó la idea casi al instante. No importa lo que haya dicho, la consciencia espacial de Monaxiá estaba a la par con la de ella. No había forma de que alguien pudiera acercarse sigilosamente a él a menos que estuvieran en juego poderes del más alto nivel.
Mientras miraba, los dos parecieron relajarse después de unos minutos, deslizándose en bromas mucho más amigables. Entrecerró los ojos al mirar el perfil de Apolo. Había algo diferente en él desde que comenzaron el viaje, y ella no pudo entender qué era.
Su mente volvió a sus tiempos en el Olimpo, recordando las innumerables interacciones que tuvo con su despreocupado hermano. Ella siempre había pensado que nada realmente lo afectaba, pero cada vez que lo veía durante su viaje, sin importar cuán preocupado estuviera, parecía haber algo que faltaba en su lenguaje corporal. Sus movimientos parecían ser mucho más fluidos, lo que indica que una gran cantidad de estrés se había aliviado de sus hombros, pero por la vida que llevaba su hermano no podía recordar nada que pudiera haber causado eso.
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Percy Jackson: Camino a la Tranquilidad
FanficSu vida nunca fue fácil. ¿Su primer amor? Lo dejó para la próxima gran cosa. ¿Su matrimonio? 'En ruinas' lo decía amablemente. Cuando surja una nueva amenaza, ¿podrá superarlo todo, o el nombre Perseus Jackson será otro en la lista de héroes ca...