Yang Jungwon, un chico de 18 años, con una vida normal, piensa que está Maldito, todo aquel que se acerca a él muere con el tiempo.
Decidido a averiguar sobre el pasado de sus padres vuelve al pueblo donde murió su madre, descubriendo consigo que er...
- Te ayudaremos a averiguar si Yujin era tu madre - Dijo en un tono comprensivo alejándose un poco de mi.
- Gracias... Pero no creo ser ese hijo perdido, no tengo poderes ni algo que me haga parecer un ángel - Me sentía un poco abrumado, era demasiada información, incluso si yo no era ese hijo, la cruel historia de aquella bruja me había afectado. Ni-Ki sujetó mi mano con fuerza, y me dió una de sus muy lindas sonrisas, solo me quería reconfortar.
- A veces los angeles lucen como seres de luz con preciosos hoyuelos - No puede evitar sonrojarme, Sunghoon me miraba tan profundamente, sentía que podía leer cada pensamiento que pasaba por mi mente. ¡Oh! Realmente estaba afectado por el cansancio.
- Podemos buscar más información en los libros de nuestros padres - Sunghoon ahora posó su mirada en Jay que había dicho aquello - Nunca leímos nada de lo que dejaron Hoon.
- Ya veremos, por ahora, deben estar cansados, vamos a la casa, hay espacio de sobra para ustedes dos - Pude notar como a Sunghoon no le había agradado del todo aquella idea que dió Jay, podía entenderlo, era algo personal para ambos.
Ingresamos a la casa de los Park, por fuera se veía vieja y pequeña, pero al ingresar era tan espaciosa y cómoda, nos enseñaron las habitaciones, nos dieron una a cada uno pero sabía de antemano que Ni-Ki se quedaría conmigo, pude notar como Jay tenía un cuidado más especial hacia Ni-ki, realmente agradecía aquello más no quería que fuera algo que en el futuro lastimara a Ni-Ki, podía parecer padre celoso pero no quería que Niki sufriera en lo más mínimo, más sentía habían cosas que todavía no me contaba.
- Nini - Me miró con ojitos llenos de atención- ¿Conociste a Yujin? - Pude notar como miró al suelo, un aura triste lo rodeaba, eso solo me daba una pequeña afirmativa, más no lo iba a obligar a hablar de algo que le recordara momentos dolorosos - Ven aquí - Dije con los brazos abiertos, sin más solo se acurrucó entre mis brazos con su mirada perdida, quería saber tanto sobre su pasado pero era difícil cuando él mismo lo callaba.
- Aldeanos malos - Dijo abrazándose más, buscando cuidado y cariño, era como un cachorrito cuando ha Sido rescatado - No te vayas con ellos Wonnie - Tras decir eso cerró los ojos cayendo en un profundo sueño casi al instante, ¿Esa era la razón por la que no me quería dejar ir? Tal vez él vio todo lo que pasó con Yujin, eso solo me afirmaría que Niki es mayor que yo y sabe más de lo que puede decir.
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Había pasado una semana desde que estábamos en casa de los vampiros Park, al inicio todo era extraño y un poco incómodo, empezando porque somos humanos, comemos cosas de humanos y en esa casa no había nada, Jay salió después de 20 años a buscar comida que Ni-Ki y yo pudiéramos digerir, cuando tuvimos la conversación de la comida Niki salió nuevamente con los gusanos y la reacción de los Park fue algo digno de ver. No me habían querido brindar más información probablemente intentado ver si yo era de confianza, pero la espera ya me empezaba a agobiar. Jay salía a jugar con Ni-Ki muy seguido, aquello me parecía lo más tierno del mundo, lo trataba como si de un muñeco de porcelana se tratara, con sumo cuidado, Sunghoon era todo lo contrario, solo se sentaba a mi lado a verlos, y no era el más afectuoso cuando Ni-Ki llegaba a mostrarnos una nueva especie de gusanos que Jay le enseñaba. Debía ser difícil para ambos que después de 20 años de la nada tuvieran que tratar con dos humanos.
