- 3 latidos por hora - Escuché decir a Jay tocando el rostro de Ni-Ki - Sigue muy frío.
- Esto no tiene sentido - Decía Sunoo igual de confundido- Debería estar vivo o muerto, no en el medio.
- ¿Hay alguna forma de averiguarlo? - Tenía tantas dudas igual que ellos, y sabía que cuando Jungwon despertara también tendría muchas dudas, seguía dormido, ya habían pasado al menos dos horas de eso - Jungwon sigue dormido Sunoo.
- Podemos buscar al brujo blanco, él fue quien.... Él debe tener respuesta - Hizo una pausa - Si Sunghoon, sigue dormido, no sé que te vió Jungwon, eres un odioso- Había entendido mi casual amenaza.
- A él íbamos desde el inicio por la maldición de Jungwon, ahora vamos por dos razones - Me quedé pensando en si dicho brujo en verdad existe, ignoré lo último dicho por el Hada. - Estaré junto a Jungwon un rato, si me necesitan me llaman.
- Quédate junto a él, debe estar por despertar y serás el afortunado en calmarlo - Dijo Sunoo antes de irse con Jay hacia dónde estaba Ni-Ki.
Nos habíamos acomodado en una cueva, estaba lloviendo, Jay y yo estábamos débiles, heridos y cansados, Jay cargaba a Ni-Ki en sus brazos, siempre vigilando que su corazón siguiera con su latir pausado, yo andaba a Jungwon, estaba tan dormido que fue fácil caminar con él en brazos, Sunoo nos había dado un polvo especial para nuestras heridas. Ahora estaba ahí sentado junto a Jungwon que dormía, parecía un ángel, sus ojitos seguían hinchados por el llanto, su respiración era pausada y tranquila, sabía todo lo que seguiría para él, sería duro, ya el hecho de aprender a controlar su magia sería complicado, ahora controlarla de la oscuridad y del dolor que sentiría por Ni-Ki, sería aún más duro. Le acariciaba el pelo, lo ví abrir lentamente los ojos, buscando entender dónde estaba y que había pasado, su vista por un momento quedó perdida en el techo de la cueva, hasta que lo escuché llorar levemente.
- Wonnie, Hey, tranquilo- Intentaba buscar su mirada pero estaba siendo difícil, intentaba buscar algo, viendo alrededor hasta que su mirada se fijó en Ni-Ki, al lado de Jay, pude sentir nuevamente su tristeza.
- Hoon.. ¿Ni-Ki? - Su mente estaba muy confundida, podía notarlo - ¿Qué pasó?
- Cariño - Lo llamé tomando su rostro en mis manos, solo quería buscar su mirada, no quería usar el vínculo - Tienes que tranquilizarte, debemos hablar ¿Si?
- Sunghoon, tus brazos ¿Que te pasó? - Su corazón latía rápido, como le iba a decir que aquellas marcas las había hecho él, ni el polvo que Sunoo nos dió logró curar las heridas causadas por su magia, lo ví tocarlas y quejarme en el proceso, eran dolorosas. Sentí sus sentimientos confundirse.
- ¿Fui yo verdad? - Ví sus ojitos cristalizarse y tocarlas con cuidado, ahora sentía el arrepentimiento invadirlo, era más fácil poder sentirlo, así sabría que palabras debía usar.
- No estabas conciente Wonnie, no es tu culpa - Acaricié sus rostro, ví como cerraba los ojos y se arrecostaba en mi mano, buscando más afecto, a veces podía ser un niño, un pequeño niño que había sufrido demasiado para su edad - Ven aquí - Lo abracé, quería que sintiera que no estaba solo, que yo estaba junto a él, que lo ayudaríamos en todo - Todo estará bien.
- Lo siento - Se separó de mi, agarró uno de mis brazos y lo abrazó contra su cuerpo, pequeñas lágrimas caían por su rostro, me miró con aquellos ojitos gatunos que me conquistaban cada día más y logré ver cómo de sus manos salía una luz celeste, las heridas comenzaron a sanar, estaba sanandome.
- ¿Cómo hiciste eso? - Estaba totalmente impactado, ni el polvo de hada había logrado sanar mis heridas, ¿Cómo su magia logró eso?
- No es magia - Apareció Sunoo en su tamaño más pequeño volando al lado de nosotros - Lo único más fuerte que el polvo de Hada es el poder de un ángel.
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Cursed | Sungwon
RandomYang Jungwon, un chico de 18 años, con una vida normal, piensa que está Maldito, todo aquel que se acerca a él muere con el tiempo. Decidido a averiguar sobre el pasado de sus padres vuelve al pueblo donde murió su madre, descubriendo consigo que er...