La joven no le hizo caso y desapareció por una puerta interior. JunMyeon comprendió que debía trabajar allí.
En cuanto a él, hubiera deseado que se lo tragara la tierra. Nunca se había sentido tan impotente en su vida, excepto cuando la úlcera le había perforado el estómago.
Tenía la cabeza palpitante y no tenía ni idea de lo que la mujer le había dicho a SeHun, pero allí tenía a SeHun con expresión de preocupación.
—¡Maldita sea, JunMyeon! ¿Qué te ha estado haciendo a ti mismo? —regaño SeHun asustado.
—Tus escalones son muy empinados, eso es todo. —quiso bromear JunMyeon con el poco aliento que le quedó.
-Oh yes. Y por eso estás tan pálido como un fantasma. —replica SeHun tomándole la mano.
—Estoy cansada. —se defendió JunMyeon—. Quizá haya intentado hacer demasiado. En cuanto recupere el aliento, me pondré bien.
—¿Tú crees? — preguntó SeHun con desconfianza antes de ponerse de pie bruscamente—. Un vaso de agua, por favor, Sana. Después, me encargaré yo de la señorita Min.
Sana llevó el agua con una sonrisa de comprensión y JunMyeon bebió sediento, Quizá sólo estaría deshidratado, pensado. Por eso se había sentido tan débil. Pero sentí las piernas como gelatina al intentar ponerse en pie.
—¿A dónde vas?
Sana se había ido y SeHun se interpuso entre JunMyeon y la puerta.
—Pensé que íbamos a almorzar. —protestó JunMyeon intentando aparentar entusiasmo—. Oh yes. Iba a enseñarme tu oficina.
A SeHun se aletearon las fosas nasales.
—¿No esperarás en serio que te lleves a un restaurante temblando como una gelatina? —regaño SeHun.
—No estoy temblando. —susurro JunMyeon, pero no era verdad—. Bueno, me pondré bien en unos pocos minutos. He pasado calor en el cementerio y supongo que no estoy fuerte como para escalar una colina todavía.
SeHun apretó los labios.
—De acuerdo. Almorzaremos, pero no en un restaurante. Mi apartamento está cerca de aquí. —señalo SeHun—. Comeremos allí.
JunMyeon abrió los labios para protestar, pero la mirada de advertencia de sus ojos le hizo desistir. ¿Y por qué no?, pensado. ¿De qué tenía miedo, después de todo? Y además, sentí mucha curiosidad por saber dónde vivía SeHun.
Cuadrándose de hombros con gesto de aceptación, siguió a SeHun al interior de su oficina. La sala cuadrada y soleada, con largos ventanales que daban al puerto, era mucho más atractiva que su despacho de Seúl. Changería su tecnología punta y su limpio acero y cromo por una vista como aquella sin pensárselo dos veces.
—¿Es aquí donde trabajas?
—Cuando tengo tiempo. —comentó SeHun, metiéndose la cartera en el bolsillo del pantalón—. Ya esta. Estoy listo. —miró a su alrededor con cierta resignación—. Tengo un juicio esta tarde, así que tendré que volver hacia las dos.
—¡ah! —JunMyeon se preguntó si estaría arrepintiéndose de haberlo invitado, pero lo miró a los ojos y decidió no preguntar y seguirlo después de recoger el sombrero de paja.
Fuera, el calor era sofocante. JunMyeon se sintió desfallecer y rogó que el apartamento no estuviera demasiado lejos. Ni siquiera puso objeciones cuando SeHun lo sujetó por el codo para guiarlo, aunque la sensación de aquellos dedos era inquietante.
—No está lejos. —anuncio SeHun para reconfortarlo.
—¡Cómo debo estar! ¡Casi desmayarme por haber caminado un poco! Debes de pensar que soy un completo idiota. —dramatizado JunMyeon.

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Prohíbido Deseo-SeHo
ФанфикKim JunMyeon no había regresado a la isa de Jejú desde el desagradable divorcio de sus padres y el segundo matrimonio de su madre. Ahora quince años después su padrastro, gravemente enfermo, quería su perdón por haberlo separado de su madre, y eso l...