Cap6

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JunMyeon durmió mal a pesar de estar cansado y se despertó al amanecer. Estaba claro que todavía funcionaba con la hora de Seúl.

Se quedó echado un rato recordando los acontecimientos de la noche anterior. Ahora sabía que la invitación de Hyolyn no había sido tan espontánea como había parecido al principio. Desde luego que su hermanastra estaba contenta de verlo y se había preocupado por su operación, pero había habido otra razón para invitarlo a Jejú.

Aunque JunMyeon no se había enterado hasta más tarde. Después de la partida de SeHun, habían cenado a la luz de las velas en la terraza.

Y a instancias de Hyolyn, JunMyeon había decidido tomarse una copa de vino. Su hermanastra parecía sorprendida de que le hubiera salido una úlcera tan joven. No parecía entender el estrés que conllevaba su trabajo ni la vida en una gran ciudad y JunMyeon no había querido contarle que el especialista le había señalado que podía haberla desarrollado en la adolescencia.

—¿Encuentras cómodos las habitaciones? —había preguntado Hyolyn por fin ansioso de que JunMyeon se relajara en su hotel.

—Son perfectas. —le había asegurado JunMyeon—. Pero no creo que deba aceptar ese apartamento tan lujoso. Esta época debe de ser temporada alta de turistas para ustedes.

—Tú eres de la familia JunMyeon. ¿Dónde iba a instalarte si no? Y no es que no hayas sido siempre bienvenido. —recordó Hyolyn—. Te dije cuando murió tu madre que tenías una invitación abierta. Sólo tenías que haber descolgado el teléfono para decirlo.

JunMyeon asintió con cortesía.

—De todas formas. —prosiguió Hyolyn como si sintiera la reserva de su invitado—, ya estás aquí ahora y eso es lo que importa. —esbozó una sonrisa—. Supongo que te sorprendería encontrarte a SeHun en el aeropuerto. Me dijo que le habías tomado por un playboy en busca de turistas.

JunMyeon se sintió indignado de que SeHun se lo hubiera contado a su madre.

—No lo reconocí. —admitió JunMyeon.

Hyolyn lanzó una carcajada.

—Ya me imagino. Era sólo un niño la última vez que lo viste. —admitió con nostalgia—. ¿Sabías que se licenció en Derecho? Ahora ha abierto su bufete en la ciudad.

—Sí. —respondió JunMyeon sonriendo.

—Estamos muy orgullosos de él. —dijo Hyolyn con entusiasmo—. Hasta su abuelo lo alaba cuando no está protestando por que no dirija el hotel. Creo que teníamos miedo de que no volviera de Estados Unidos cuando se fue a la universidad.

—Pero lo hizo. —añadió JunMyeon, más como una sutil pregunta.

Hyolyn asintió.

—A pesar de... Bueno, a pesar de todo, ésta sigue siendo su casa. —explico nerviosamente Hyolyn—No creo que fuera feliz viviendo en Boston o en Nueva York, aunque hubiera podido ganar mucho más dinero que aquí.

—Estoy seguro de que sí.

JunMyeon estaba impresionado a pesar de sí mismo y entendía el orgullo que sentía Hyolyn por su hijo. Después de todo, era su único hijo y el hecho de que ella no se hubiera casado hacía su relación mucho más especial.

—Aunque, por supuesto, Zitao debe haber tenido algo que ver. —prosiguió Hyolyn haciendo una mueca.

—¿Zitao? —preguntó JunMyeon, esperando no mostrar más que un interés casual.

—Huang Zitao. Su familia posee la plantación DeHuang que linda con la tierra que tenemos al otro lado de la isla. Su padre es magistrado del tribunal de justicia de la isla y Zitao y SeHun llevan saliendo desde la adolescencia. —conto con orgullo.

Prohíbido Deseo-SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora