Cap21

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El avión se había retrasado en despegar de Seúl así que eran más de las seis cuando aterrizó en Jejú. JunMyeon hubiera preferido llegar más pronto porque quizá, para cuando se hubiera registrado en algún hotel del puerto y SeHun ya hubiera salido. Y tenía miedo de que, si esperaba hasta la mañana siguiente, perdería el valor de presentarse en su oficina.

Y verlo tampoco era lo más sensato. Había pasado un mes desde que había abandonado Jejú, y no había tenido noticias suyas ni una sola vez. Seguramente, si SeHun hubiera querido verlo, habría hecho algún esfuerzo por ponerse en contacto con él. Pero, aunque esperó con ansiedad una llamada o una carta, no había recibido nada.

Tampoco había ayudado que Key estuviera tan metido en su nueva relación que no había pasado casi tiempo con él. El joven del que le había hablado y que se llamaba igual que su padre, el que tenía ideas tan originales acerca de la sección étnica, había resultado ser más que un amigo y Key y Minho habían decidido vivir juntos.

Lo que significó que JunMyeon tuvo que buscarse un nuevo apartamento. Key le había ofrecido que se quedara con ellos, ya que Minho en ocasiones tendrías que hacer viajes al extranjero y fue ahí donde JunMyeon aceptó que, a partir de entonces, los deseos de Minho iban a pesar en las decisiones de Key.

Por su parte, JunMyeon había preferido empezar en un sitio nuevo, aunque tenía dudas acerca de su futuro. Los contactos que Minho habían sugerido que estaría bien que JunMyeon se instalara temporalmente para organizar el directorio de allí y todavía se lo estaba pensando cuando había llegado la carta de Hyolyn.

Ahora se estremeció al recordar la excitación al ver un matasellos de Jejú. Pero la misiva de Hyolyn había sido casi telegráfica: por lo que a ella se refería, JunMyeon no tenía derecho a la parte que Woo-Bin le había dejado del hotel y, como según ella para JunMyeon no iba a ser de valor, le ofrecía comparárselo.

Fue el insulto final, pero a JunMyeon ya había dejado de importarle lo que pensara Hyolyn. La escena que había montado cuando se había leído el testamento de su padre había destruido cualquier afecto que JunMyeon hubiera sentido por ella y había creado un abismo tan profundo entre SeHun y él, por lo que no le había quedado otro remedio que abandonar la isla.

Por supuesto, la situación al volver a Seúl no le había parecido tan clara. Durante el funeral, no le había dado a SeHun la oportunidad de explicar lo que sentía acerca de la situación, que era por lo que se había pasado cuatro semanas esperando con ansiedad su llamada. Sólo había llegado la carta de Hyolyn proporcionándole la oportunidad de librarse de los Oh para siempre.

Sólo que sus sentimientos no le permitían hacerlo así. No quería su participación en el hotel y mucho menos el dinero de Hyolyn, pero quería ver a SeHun por última vez y aquella era la excusa ideal. Tenía que firmar unos papeles para renunciar a su parte y aunque podría haberlo hecho por correo, había preferido visitar personalmente a BamBam. Por eso se encontraba ahora en un taxi en Jejú city en dirección al apartamento de SeHun.

Cuando pararon, JunMyeon usó los dólares que le habían quedado de la otra vez para pagar al taxista.

—¿Quiere que lo espere? —preguntó el hombre preocupado por la oscuridad.

—No. Estaré bien. Gracias. —sonrió JunMyeon.

El conductor asintió, pero esperó hasta que JunMyeon desapareció en el callejón para arrancar. Si SeHun le hubiera demostrado siquiera aquella consideración, pensó al subir las escaleras.

«. Por favor, que Tao no esté aquí». Suplico JunMyeon mentalmente.

Apenas había empezado a considerar que SeHun y podría estar trabajando todavía cuando alguien corrió el pestillo.

Prohíbido Deseo-SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora