Cap 18

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JunMyeon condujo a Seogwipo a altas horas de la noche. SeHun se había ofrecido a acompañarlo, pero JunMyeon había insistido en volver solo. Hasta que no supiera lo que los dos deseaban de su relación, cuanta menos gente supiera que habían estado juntos mejor.

—Además. —había añadido cuando SeHun había protestado de que era demasiado tarde para que fuera solo—, ya tengo suficientes problemas con tu madre. —le dio un suave beso en la comisura de los labios—. ¿Te puedes imaginar su reacción si se enterara de que hemos estado juntos?

—A mí no me importa. Más pronto o más tarde lo descubrirá, pero si insistes... 

—Insisto. —comento JunMyeon con los ojos suplicantes.

—Entonces, ¿cuándo voy a volver a verte? —se quejó SeHun besándolo de nuevo.

JunMyeon contuvo el aliento con las manos apoyadas en su torso.

—Espero que pronto. —confesó, apoyándose contra SeHun.

Y cuando SeHun cubrió su boca con la suya, le costó una enorme fuerza de voluntad apartarse de él.

—Siempre puedes quedarte. —dijo SeHun mientras lo seguía descalzo por los escalones—. Llamaré a mi madre y le diré que estás aquí. No podrá cambiar un hecho consumado.

A JunMyeon le gustaría poder creerlo.

—Vas a pillar frío SeHun-ha. —dijo JunMyeon sin embargo señalando sus pies desnudos.

SeHun no hizo caso.

—¿Me llamarás en cuanto llegues? —preguntó, asiéndolo por el antebrazo con posesión.

—Lo haré Hunnie. —dijo JunMyeon con cariño y de repente sin ganas de separarse de la seguridad que él representaba. Entonces, se puso de puntillas para darle el último beso—. Hasta mañana entonces. Estaré contando las horas.

—Y yo los minutos conejito. —contestó SeHun con la voz quebrada—. Conduce con cuidado.

Eran casi las dos de la mañana cuando JunMyeon llegó frente al hotel, pero para su sorpresa, el recibidor estaba brillantemente iluminado. Una furgoneta desconocida estaba aparcada al lado del coche del doctor Bobby y lo primero que pensó fue que Hyolyn había descubierto su escapada y había sufrido alguna especie de colapso.

Pero enseguida pensó con más claridad y las rodillas le temblaron. Woo-Bin, pensó atemorizado.

En vez de aparcar el Buggy en la parte trasera, lo dejó junto a los dos vehículos y salió corriendo. En el recibidor no había nadie y estaba pensando acercarse al bungalow de Woo-Bin cuando vio a Hyolyn con dos hombres en lo alto de las escaleras.

JunMyeon no sabía qué hacer. Después de la actitud de Hyolyn esa mañana, no creía que se alegrara de verlo y casi hubiera deseado que se lo tragara la tierra. Para su sorpresa, en cuanto Hyolyn lo divisó, no vaciló y dejando a los dos hombres bajó corriendo hacia él.

—¡Ay JunMyeon no sabes! —sollozó Hyolyn con las mejillas llenas de lágrimas—. Se ha ido. Mi padre ha muerto. —abrazó a su hermanastro—. ¡No puedo creer que sea verdad!

JunMyeon apenas podía creerlo tampoco, pero sintió alivio de que Hyolyn no le preguntara dónde había estado. Tampoco pudo evitar sentir una punzada de culpabilidad. Debería haber estado allí, aunque sólo fuera por Hyolyn. Y sin embargo, había estado con SeHun...

—¡SeHun! —exclamo JunMyeon asustado y preocupado por la reacción de este ante la muerte de su abuelo.

Se enteró de que había hablado en alto cuando Hyolyn se apartó para mirarlo directamente.

Prohíbido Deseo-SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora