Cap 16

249 38 20
                                    

JunMyeon casi se tropezó de bruces con SeHun, había ido a dar un paseo y todavía estaba un poco deslumbrado por el sol en el agua cuando se metió por el camino sombreado que conducía al hotel. Era ya avanzada la tarde, pero como había estado ayudando a Hyolyn con la contabilidad, hasta las cuatro no había podido salir del hotel.

No sabía que SeHun iba a ir esa tarde, si no, habría vuelto aún más tarde. En consecuencia, el encuentro lo pilló por sorpresa e hizo un esfuerzo por enfrentarse a su mirada con expresión neutral.

—Hola. —dijo SeHun con suavidad, pero cierta tensión.

—Hola. —respondió JunMyeon, llevándose la mano a la garganta con gesto de nerviosismo—. ¿Has venido a ver a tu abuelo?

—¿Y a quién si no? —era sarcástico y JunMyeon se preguntó en qué estaría pensando. ¿Estaría recordando lo que había sucedido en su apartamento o ya le habría hecho olvidar Tao el episodio? —. Hace bastante calor hoy.

—Sí. —JunMyeon se mordió el labio inferior—. Había salido a dar un paso.

—Pues no estás sudando. Bueno, ten cuidado, JunMyeon. —murmuro SeHun con sarcasmo—. Los dos sabemos el efecto que causa el sol en las pieles muy pálidas.

—Sí. —A JunMyeon se le aceleró el pulso—. Supongo que habrás estado hablando con tu madre.

—Exacto. Pero no te preocupes. No le he contado lo de tu visita. En cuanto me di cuenta de que tú tampoco lo habías mencionado, mantuve cerrada mi bocaza.

—Bueno, gracias, pero eso no era lo que quería decir. —aclaro JunMyeon—. Hum... pero probablemente sea lo mejor dadas las circunstancias.

—¡Ah, sí, las circunstancias! ¿Te importaría explicarme de cuáles estás hablando? —cuestiono SeHun con tono hiriente—. No quisiera cometer un error.

Se estaba burlando de él y JunMyeon lo sabía. Suponía que no le perdonaba el que se hubiera ido de su apartamento.

—Tu madre no lo entendería SeHun. —declaró JunMyeon consciente de que estaban llamando la atención—. Ya sabes lo que siente acerca de Tao. Y yo no quisiera perder su amistad de nuevo. No quiero que piense que fui al puerto a verte a ti.

—¿No lo hiciste?

—No. —insistió JunMyeon con firmeza—. Pero es cierto que nunca debí haber ido a tu apartamento.

—¿Por qué no? Estuvimos almorzando juntos. —declaro SeHun rápidamente—. ¿Qué puede objetar mi madre a eso?

JunMyeon apretó los labios.

—Estás siendo deliberadamente obtuso. —regaño JunMyeon.

—¿Eso crees?

—Sí. —JunMyeon alzó la barbilla a la defensiva—. Ya sabes que tu madre nunca hubiera aprobado que estuviéramos solos allí.

—¿Por qué no? —inquirió SeHun.

—Porque... porque no lo aceptaría. No creo que Hyolyn confíe en mí.

Una extraña expresión surcó la cara de SeHun antes de apoyarse contra el tronco de la palmera.

—Quizá seas tú la que no confíes en mí JunMyeon. —sugirió él, cruzando los brazos contra su pecho. Su piel resaltaba oscura contra la camisa blanca y JunMyeon recordó las palabras de su madre—. Por eso no quieres hablar de ello.

—No hay nada de qué hablar.

JunMyeon se hubiera ido en ese instante, si SeHun no lo hubiera tomado por el brazo.

Prohíbido Deseo-SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora