Ángel. | Wandanat.©

Capitulo 2

En la sala de revisión del búnker bajo tierra construido por Steve en Alemania la doctora trabajando para Steve desnudó a Wanda quedándose sin aliento ante la extensión de las heridas de la mujer.

— Dios mío, ¿Qué le ha pasado a ésta chica?

Su asistente también la miró.

— No tengo idea...

— ¡Hmm! — Wanda gimió y comenzó a inquietarse. La doctora aún no le había inyectado la morfina y el dolor zumbaba con fuerza en los oídos de Wanda.

— Shh, tómalo con calma. Estás siento atendida por una doctora. ¿Puedes oírme?

Wanda tuvo uno de esos destellos de lucidez. Miró a la doctora y se concentró en su rostro, tratando de entender sus palabras.

— ¿Qué te pasó, niña? — la doctora trató de hablar con ella.

— Yo... — Wanda lo intentó, pero hablar le dolía mucho con la garganta tan seca. — Me torturaron. — finalmente logró expresar.

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Natasha y Steve se levantaron para encontrarse con la doctora.

— ¿Como está, Wanda? — preguntaron prácticamente al unísono.

Ella suspiró y pareció reflexionar por un momento.

— Pues, está viva. — dijo, viendo el impacto que esas palabras tuvieron en las expresiones preocupadas. — Creemos que no está en peligro inminente, pero las próximas cuarenta y ocho horas serán cruciales para saberlo. Hasta entonces, desafortunadamente, cualquier cosa podría pasar, y solo tenemos que estar atentos.

Steve asintió.

— ¿Tienen alguna idea de lo que le pasó? — preguntó, mirando el expediente médico de Wanda el cual había sido robado por Natasha.

Natasha tragó saliva cuando Steve respondió.

— Realmente no sabemos lo que ocurrió en esa balsa. El resto estaba completamente bien.

— Antes de darle algo para el dolor, nos habló. — la doctora volvió a hablar.

— ¿Qué dijo ella? — Natasha preguntó.

— Dijo que fué torturada. Wanda tiene dos costillas rotas, un corte en el hueso de la cadera que requirió puntos. Tiene un ligamento en el muslo que requiere reposo absoluto durante unos días si queremos evitar la cirugía, una muñeca rota, un tobillo torcido y un ojo morado.

Natasha se estremeció ante eso, y vió que Steve también lo hizo. Se sentía como si alguien hubiera agarrado sus corazones y los apretara hasta que doliera.

— Está severamente deshidratada y desnutrida. Comenzamos con un goteo intravenoso y tiene una sonda nasogástrica para que podamos alimentarla mientras está bajo una fuerte medicación. — finalizó.

— ¿Puedo verla? — Natasha dió un paso hacia adelante. — Yo solía entrenarla, quiero decir, creo que probablemente sea una buena compañía ahora.

La doctora suspiró.

— No por ahora.

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La doctora finalmente encontró a Steve y Natasha durante la tarde del día siguiente.

— No puedo hacer que coma. — confesó. — Se despertó en medio de la noche, supongo que estaba confundida sobre dónde estaba, y terminó quitándose la sonda de alimentación. No la he vuelto a poner ya que sería doloroso en éste momento y estoy tratando de que coma por su cuenta, pero ha sido difícil.