Ángel. | Wandanat.©

Capitulo 5

Alrededor de las 8 a.m. Wanda se encontraba sola en la cocina preparando su desayuno en silencio.

Tenía las manos sobre la licuadora cuando Natasha y Steve atravesaron la puerta de entrada del búnker, Wanda los observó sudorosos y en ropa deportiva.

— Buen día, Wanda. — Steve saludo tomando una toalla para secarse la cara.

— Buen día. — Wanda murmuró dándole la espalda y continuado con su comida.

Steve se congeló al oírla hablar, giró a mirar a Natasha quién le sonrió fingiendo inocencia pasando junto a él caminando hacia Wanda.

— ¿Podrías hacerme algo de eso? — Natasha le pregunto subiendo sobre el mostrador.

Wanda asintió.

— Seguro. — murmuró de la misma manera sin mirarle a los ojos dirigiendose por otro plato y un nuevo vaso.

Steve se adentro en el búnker hacía su habitación dejándolas solas a ambas.

— Fuí con Steve a entrenar. Te echamos de menos ¿Sabes? Extraño darte clases, eres más fuerte de lo que crees, tenía mucha fé en tí.

Wanda fingió no haberla escuchado y le entregó su comida.

— Buen provecho. — Wanda dijo en respuesta saliendo de la cocina para ir hacia la mesa.

Natasha la miró con curiosidad, bajando de la mesa y siguiéndola por el pasillo hasta el comedor.

— No me dejes. — Natasha se quejó tomando asiento junto a ella. — Buen provecho.

Wanda bajó la mirada a su comida. Eran panqueques con batido de banana y fresa.

— Steve saldrá hoy a la ciudad otra vez. Creo que tendrá un encuentro con Rory, será algo serio. — Natasha informó dándole un mordisco a su panqueque. — Esto te quedó muy bueno.

— Gracias. — Wanda murmuró en respuesta.

— No hay porqué, eres muy buena cocinera, de hecho. Deberíamos hornear algo algún día, como un pastel de cumpleaños. — Natasha propuso con emoción.

Wanda la miró por primera vez.

— ¿Cumplirás años?

Natasha se encogió de hombros

— Uno de estos días... — Natasha se movió sobre su asiento. — Realmente no sé cuándo es mi cumpleaños, la habitación roja no me generó esa clase de información. Pero hey, se supone que éste año cumplo 29, puedo celebrarlo cualquier día. ¿No?

Wanda asintió considerando sus palabras.

— ¿Podemos hacer un pastel de chocolate? Me gusta el chocolate. — Wanda preguntó con cuidado.

Natasha sonrió hacia ella.

— Claro que sí, podemos hacerlo más tarde o algo así. — Natasha dijo mirando como Wanda volvía a comer con una pequeña sonrisa en sus labios.

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Wanda estaba en el marco de la puerta de la entrada mientras observaba a Steve y Natasha a unos metros despidiéndose.

— Prometo que volveré con otro libro. — Steve le señaló a Wanda.

Wanda le sonrío tímidamente en respuesta.

— Rogers, por favor. Nada de incesto y pornografía esta vez, comprale Alicia en el País de las maravillas o algo así. — Natasha bromeó en forma de burla. Steve se sonrojó obviamente sin saber el contenido del libro que le había traído a Wanda la semana pasada.