Ángel. | Wandanat.©

Capitulo 16

Natasha sintió como el cuerpo de Wanda comenzó a moverse a su lado

— ¿Wanda? — Natasha la llamó en voz baja.

Natasha aparcó a un lado de la carretera para chequear a Wanda.

Con el pecho oprimido por la preocupación, Natasha se cernió sobre Wanda y presionó con fuerza su pulgar en el espacio central entre el labio superior y la nariz de Wanda, un punto de acupuntura para llevar a una persona inconsciente.

De hecho, después de unos segundos de presión, Wanda abrió los ojos y gimió débilmente confundida.

— Gracias a Dios... — Natasha susurró un poco más tranquila.

— ¿Qué? — Wanda parpadeó y miró a su alrededor. Sin embargo, cuando trató de incorporarse, la mano de Natasha sobre su pecho la detuvo.

— No, quédate allí. — Natasha señaló su mano con la intravenosa.

— ¿Qué sucedió? ¿Tú hiciste esto? —  Wanda la miró a los ojos estudiándola atentamente.

— ¿No recuerdas nada de lo que pasó?

Wanda entrecerró los ojos y se quedó en silencio por un momento. Luego, frunció el ceño y se llevó una mano a la cabeza: le dolía.

— Creo que me duele la cabeza  —
Wanda respondió estremeciéndose.

Natasha frunció el ceño. Ella se había asegurado que la cabeza de Wanda no fuese herida cuando cayó.

— ¿Qué es lo último que recuerdas? —  Natasha insistió.

— Íbamos conduciendo y nos detuvimos en la primera parada del mapa de Steve... ¿Por qué estás limpia? — Wanda frunció el ceño y preguntó de repente, tratando de extender su mano y tocar el rostro de Natasha.

Natasha se estremeció ante su toque sin poder apartar los ojos de los suyos.

— ¿Yo... — Wanda tomó una respiración profunda que pareció congelar sus entrañas. — me desmayé?

Natasha asintió, y le dolió cuando Wanda inmediatamente apartó la mirada.

— Hiciste más allá de tus capacidades, devushka. No debí presionarte tanto... — Natasha suspiró. — Encontramos éste búnker...

— ¡Oh, si! El búnker yo... Había un holograma y tenía que desactivarlo. — Wanda recordó rápidamente a lo que Natasha asintió.

— Después de desactivar el holograma... Te desmayaste y caiste por los aires, yo tuve que atraparte pero supongo que finalmente la deshidratación y el hambre mostraron sus consecuencias. — Natasha explicó brevemente. — Encontré comida, agua y algunas armas. También logré comunicarme con Steve.

— ¡¿Steve?! ¿Él está bien? — Wanda de sobresaltó con preocupación.

Natasha sonrió al ver que Wanda no tenía ningún tipo de rencor hacia Steve. Por supuesto, Wanda tenía un corazón más noble que ella.

— Él está bien, me explicó todo lo que ocurrirá. En unos kilómetros más llegaremos a la segunda parada, no podemos quedarnos mucho tiempo, tendré que recargar la gasolina y probablemente puedas ducharte mientras yo reviso todo.

Wanda asintió intentando recopilar toda la información.

— No es justo que estés limpia y yo no. — Wanda murmuró observando a Natasha. — Incluso hueles bien.

Natasha rió volviendo a arrancar el auto.

— Si, pues. No puedo decir lo mismo de ti. — Ella bromeó.