Capitulo 29

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La alarma de la barrera se había escuchado. La seguridad se había roto por primera vez en décadas.

Las tropas fueron enviada a luchar pero al llegar no habían encontrado lo que sea que hubiese provocado el ruido.

Natasha salió de la habitación con Pietro en brazos ante el sonido.

— ¿Wanda? — Natasha la llamó, recorriendo el pasillo, buscando en el baño, en la cocina, por cada habitación hasta finalmente llegar a la sala. — ¿Wanda? — llamó un poco más fuerte haciendo que el bebé comenzara a llorar, Natasha entró en pánico, sin saber qué hacer, probablemente sea porque el ruido lo despertó o quizá era hambre, de cualquier forma estaba sola y sin saber qué hacer. — Mierda, mierda, mierda. ¿Y ahora qué hago?

Natasha corrió a sentarse en el sofá colocando al bebé encima de sus piernas envuelto en una manta.

— Sh, sh... — Natasha intentó tranquilizarlo pero el llanto solo se hacía más fuertes, provocandole unas ganas infinitas de llorar. El ruido de las alarmas y el llanto del bebé la estaban enloqueciendo. Por lo que instintivamente colocó su dedo meñique entre los labios del bebé, haciendo que éste comenzara a chuparlo quedándose en silencio casi de inmediato. Natasha suspiró de alivio mirando a su bebé. — Gracias a dios...

La puerta principal se abrió de golpe, mostrando a Steve, Sam y Bucky.

— ¿Qué están haciendo todo ustedes aquí? Pueden tocar la puerta. — Natasha se quejó, pero al ver el rostro consternado de Steve, tomó a su bebé y se levantó de inmediato. — ¿Qué pasó?

— ¿Dónde está, Wanda? — Sam preguntó, en lugar de darle una respuesta.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— ¡Solo dinos dónde está Wanda! — Steve exclamó con una mueca de preocupación.

— ¡No lo sé, Steve! Estaba aquí hace unos minutos. — Natasha dijo, buscando respuestas. Los tres se miraron entre sí, haciendo que su preocupación aumentara. — Díganme qué ocurre o hago que el bebé les orine las cabezas.

— Stark, llamó. — Sam comenzó. — La balsa fué atacada, el mando del chip de Wanda fué robado.

Natasha frunció el ceño.

— ¿Robado? Esperen, ¿a qué se refieren con robado? ¿Qué es el mando?

— El mando es lo que controla a Wanda al llevar ese chip. Quizá ya sea demasiado tarde. — Steve murmuró, observando su reloj.

— ¿Tarde para qué?

Steve suspiró, acercándose a Natasha mostrándole una fotografía impresa en papel.

— Los dibujos de Wanda... — Natasha musitó. — ¿Cómo tienes eso? Se perdieron en el búnker.

— Estos no los hizo Wanda. — Steve dijo, doblando la fotografía y guardandola en su chaleco. — Hace muchos años, un hechicero fué sacrificado a leer el Darkhold... Un libro, hecho con partículas del infierno el cual corrompe a cada persona que lo lee o lo toca... El hechicero fué sacrificado para recrear las partes más importantes del Darkhold y que los otros hechiceros pudiesen estudiarlos... Existe toda una página en ese libro que habla sobre Wanda, o más bien llamada 'la bruja escarlata'.

El rostro de Natasha se contrajo ante sus palabras.

Les dió la espaldas a los tres para llevar a Pietro a su cuna, quién ahora estaba profundamente dormido y respirando sin difícultdad. Le dió una última mirada al bebé y volvió con el resto a la sala.

— Wanda soñó con ese dibujo cuando estábamos en el búnker, creímos que no se trataba de nada importante pero lo mantuvimos para mostrartelo cuando volvieras. ¿Cómo conseguiste ese?— Natasha preguntó con los brazos cruzados.

— ¡No importa cómo lo obtuve!, lo que importa es que ella no está aquí y probablemente esté bajo el control de cualquier psicópata ahora mismo — Steve respondió con preocupación.

— ¿Entonces, cuál es su teoría? — Natasha preguntó.

— Encontrar a Wanda y sacar ese chip. — Steve dijo.

— Pero no está listo el dispositivo, si lo sacamos a la fuerza podríamos dejarla paralítica de por vida. — Natasha contradijo de inmediato. — Debe haber otra manera.

— ¡No la hay! Es mejor eso, a perderla por completo. — Sam intervino.

Natasha negó varias veces, dándoles la espaldas, buscando una manera diferente de llevar todo éste desastre.

— Nat, tenemos que ir a buscarla. ¿Vienes con nosotros? — Sam preguntó.

Natasha gimió cerrando sus ojos recordando que estaba sola ahora.

— No puedo dejar a Pietro solo. — respondió mirando en dirección a la habitación de Pietro, sintiéndose frustrada de ni siquiera poder ir a buscar a la madre de su hijo.

Natasha no confiaba a nadie por completo para hacerse cargo de Wanda, incluso cuando discutían ella siempre fué la más indicada para sobrellevar sus cambios de ánimos y en cuánto a proteger... Natasha era la única que cumplía los requisitos para el cargo.

— La encontraremos, quédate aquí por si vuelve. — Steve dijo después de unos minutos.

Los tres se pusieron en marcha, Sam salió primero, luego Bucky y antes que Steve pudiese salir, Natasha corrió hasta él, tomándolo del brazo para detenerlo.

— ¿Crees que ella tenga algo que ver con la alarma? — Natasha murmuró, mirándolo a los ojos.

Steve suspiró.

— Espero que no... — dijo con sinceridad. — Mantén la puerta cerrada, estate alerta. No pierdas de vista a Pietro, volveré tan pronto como tenga noticias.

Natasha asintió, sin más nada que decir viendo como el capitán salía por su puerta; acercándose a ella como si fuese a romper, cerrándola delicadamente, procesando todo lo que acababa de ocurrir.

Escuchó como el llanto del bebé la sacaba de sus pensamientos, apresurandose a llegar hasta él.

Tomó el barandal de la cuna hacia abajo, para tener al bebé en sus brazos. Ella tomaría la excusa del llanto para estar acurrucada a su bebé, porque en éste momento ella lo necesitaba más que a nadie.

Se acostó con él en su habitación compartida con Wanda, dejando al bebé en el lugar de la cama donde debería estar la bruja. Acariciando su rostro y pasando sus dedos en él, de manera delicada sintiendo cada una de sus facciones. Pietro dejó de llorar abriendo sus enormes ojos verdes hacia ella. Probablemente era loco pensarlo, pero era como si el niño sintiera la ausencia de Wanda y de alguna manera entendiera que algo estaba mal.

— No sé dónde está mami. — Natasha murmuró al bebé, quién parpadeaba constantemente. — Y no sé qué está a punto de pasar... Pero lo que si sé es que no dejaré que nada te pase a ti, lo prometo.

FLASHBACK.

— ¿Me prometes que no volverán a llevarme? — Wanda soltó de repente, rogando.

Natasha abrió y cerró la boca al ser tomada por sorpresa. Por supuesto que no dejaría que nadie la llevara con facilidad.

— Lo prometo.

FIN DEL FLASHBACK.

— Y no pienso romper otra promesa. — Natasha finalizó, decidida a mantener a salvó a su hijo.

Ángel. | Wandanat.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora