Capitulo 18

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Ambas salieron del búnker tomadas de la mano.

Tiempo después de su pequeña discusión, decidieron comer antes de salir a la carretera nuevamente.

Había comenzado el atardecer y llegaban al punto de una nueva ciudad más habitada del pueblo en el que habían estado por lo que debían estar más alerta.

Wanda comenzó a buscar entre los compartimentos del auto discos de música para el viaje.

— ¿Te gusta la música de Kansas? — Wanda preguntó señalando a Natasha, quien manejaba el auto.

Ella asintió al verlo.

Wanda abrió el DVD para insertar el CD con la música.

Carry on, my wayward son
There'll be peace when you are done
Lay your weary head to rest
Don't you cry no more

(Sigue adelante, mi hijo descarriado,
habrá paz cuando hayas terminado.
Deja que tu cabeza agotada repose,
ya no llores más.)

... Once I rose above the noise and confusion
Just to get a glimpse beyond this illusion
I was soaring ever higher
But I flew too high.

(Una vez, me alcé sobre el ruido y la confusión,
solo para poder pegar un vistazo más allá de esta ilusión.
Yo me estaba elevando incluso más alto,
pero volé demasiado alto.

Though my eyes could see, I still was a blind man
Though my mind could think, I still was a mad man.
I hear the voices when I'm dreaming
I can hear them say.

Aunque mis ojos podían ver,
yo aún era un hombre ciego.
Aunque mi mente podía pensar,
yo aún era un hombre loco.
Oigo las voces cuando estoy soñando,
pero puedo oírles decir...

[...]

Now you're life's no longer empty, surely heaven waits for you...

(Ahora tú vida ya no está tan vacía, seguramente el cielo está esperando por tí)

Cuando el último verso sonó, un auto chocó contra el de ellas en la parte trasera haciéndolas salirse de la carretera hacía el bosque.

— ¡Nat, frena! — Wanda gritó con desesperación mientras su novia intentaba retomar el control del volante haciendo que el auto solo continuará en círculos golpeando los árboles.

En una fracción de segundo y sin ser premeritado, el auto se cubrió en una especie de campo de protección provocado por la magia de Wanda.

Una vez el auto golpeó el suelo quedando de cabeza el campo de protección desapareció.

— ¡Wanda! — Natasha desabrochó su cinturón de seguridad cayendo sobre el asiento del auto al revés.

Wanda gimió de dolor Natasha le desabrochaba el cinturón.

El punto de visión de Wanda enfocó más allá de Natasha dónde una multitud de soldados venían hacia ellas.

— ¡NO! — Wanda gritó al ver a uno de ellos lanzar un explosivo hacia el auto, tomando a Natasha en sus brazos sacándola el auto y encerrandolas a ambas en un nuevo escudo protector.

El auto explotó detrás de ellas quemando todas las provisiones, dinero, y armas que tenían a excepción de la pistola que Natasha guardaba en su pantalón.

Ambas miraron con horror el auto encendido en llamas intentando levantarse del suelo sujetándose la una a la otra.

— ¡Auf Knien! ('De rodillas'en alemán) — Uno de los soldados gritó. — Ihr zwei, trennt euch! ('Ustedes dos separense!')

Wanda se alejó de Natasha y se arrodilló adolorida.

Natasha apretó sus dientes e imitó su acción.

Colocando las manos sobre su cabeza ambas miraron a los soldados.

El líder se acercó a Natasha quedando frente a ella de rodillas con una sonrisa de superioridad.

— Dachten Sie, Sie würden uns schlagen, Miss Romanova? (¿Creíste que ibas a lograr vencernos señorita Romanova?

Natasha sonrió a medias.

— Nicht ich allein, mit ihr so. Schau hinter dich. (Yo sola no, con ella sí. Mira detrás de tí.) — Natasha murmuró contra su rostro.

El hombre frunció el ceño y giró su cabeza para encontrar a Wanda flotando en los aires con todos sus hombres enviando energía roja a través de sus cabeza.

La Wanda que estaba de rodillas al lado de Natasha era una versión falsa que había creado al entrar en sus mentes.

— Boom. — Natasha susurró en su oído.

El líder la miró horrorizado y volvió su cabeza a Natasha, ella golpeó su rostro contra el de él, haciéndole una llave golpeando su cuerpo contra el suelo y robando su arma para dispararle en la cabeza y girandose sobre su mismo eje para disparar a los hombres que Wanda estaba controlando.

Wanda comenzó a descender con lentitud para observar la escena junto a Natasha.

Alrededor de 14 personas muertas en el suelo y su auto en llamas.

— ¿Crees en la mala suerte? — Natasha jadeó a su lado sin apartar la mirada del auto. — Porque creo que tenemos mala suerte.

Wanda tragó saliva y negó con la cabeza limpiando la sangre que había comenzado a salir de sus oídos.

— Nosotras somos la mala suerte. — Wanda murmuró.

 — Wanda murmuró

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Ángel. | Wandanat.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora