Capitulo 25

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Un nuevo quinjet aparcó en frente al palacio.

Wanda estaba muy emocionada por ver a Steve, él se había convertido en una parte escencial en su vida. Y no lo había visto desde hace un tiempo, ella realmente quería agradecerle por todo lo que había hecho por ellas durante aquellos días.

La compuertas del quinjet se abrieron mostrando como Steve y Sam salían de él.

Wanda los esperaba a unos metros lejos del rey, escondida detrás de un pequeño muro.

— Capitán. — T'challa saludó.

— Su majestad. — Steve inclinó su cabeza en saludo.

Los ojos de Steve se desviaron a la figura de la bruja escondida detrás dejando que sus labios se curvaran en una sonrisa.

— Lo lamento, necesito hacer algo. — Steve se excusó para correr hacia Wanda.

Wanda salió de su escondite para correr igualmente hacia él y lanzarse en sus brazos. Steve la levantó del suelo mientras ella rodeaba sus brazos en su cuello en un abrazo.

Steve dejó que un sentimiento de nostalgia atravesara su corazón al sentirla con él. Ella era la misma chica que habían salvado de la balsa hace meses, la misma chica que habían encontrado con todos los huesos rotos, que había sido abusada y violentada. Pero sobretodo, era la misma chica adorable que él llegó a considerar como secretamente como una hija.

La dejó en el suelo para verla mejor. Ella tenía una sonrisa plasmada en su rostro.

— Te he extrañado. — Wanda confesó sin dejar de sonreír, mirándolo de arriba hacia abajo. — ¿Estás bien? Te haz ido durante mucho tiempo.

Steve asintió casi de inmediato.

— Estoy más que perfecto. — Steve dijo, para tranquilizarla al ver sus enormes ojos verdes llenos de preocupación. — Mira esto. — Steve sacó su dedo índice en forma de espera y buscó algo en el bolso que había tenido en su espalda. — Ten.

Steve le entregó un libro en sus manos robándole una pequeña sonrisa melancólica.

— 'Cien años de soledad' — Wanda leyó. — ¿Lloraré?

Steve hizo una pequeña mueca.

— Realmente espero que no, no lo he leído. Pero me dijeron que era un buen libro para regalar a una amiga.

Wanda asintió trazando sus dedos en el título.

— Es perfecto. — Wanda dijo finalmente volviendo su mirada hacía él.

Hace mucho tiempo que él no escuchaba su voz, pero fingiria que no le sorprendía. Cuando la encontraron en la balsa no dijo ni una sola palabra durante semanas y la última vez que la escuchó hablar simplemente le dió los buenos días en un tono de voz muy bajo.

— ¿Dónde está Natasha? — Él preguntó notando la ausencia de la pelirroja.

— Oh, ella está buscándonos una cita en el doctor. Realmente se supone que yo debería estar en la casa ahora mismo y no aquí. — Wanda le confesó a Steve que se había escapado.

— ¿Doctor? ¿Están bien?

Wanda asintió.

— ¡Sí!, Sí, por supuesto, son... Solo cosas entre nosotras. — Wanda decidió no decirle toda la verdad del porqué Natasha había ido a buscarles una cita.

Steve asintió casi sin convencerse al respecto.

Wanda miró detrás de Steve como Sam se acercaba al dúo.

Ángel. | Wandanat.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora