Capítulo 5.

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LA.

Madeline's POV:

Quite las manos de mis ojos y me di vuelta encontrándome con sus ojos, abrí mí boca pero nada salió de ella, soltó una carcajada y me abrazó fuertemente levantándome del suelo. Me abracé a su cuello y sonreí contenta, me habían entrado ganas de llorar y no sabía porqué.

- Que haces aquí? -hable por fin.
- Sorpresa -sonrió contento.
- Que bueno verte! -lo abracé.
- Lo mismo digo, vine porque supuse que ya me estabas extrañando -su risa retumbó en mí pecho.
- La verdad que sí, no voy a negarlo -me alejé para encoger mis hombros.
- Y yo a ti, no sabes cuánto -sonrió.

Abrace a Liam otra vez y nos quedamos unos minutos así hasta que decidimos entrar a la casa ya que estaba bastante fresco afuera. Nos sentamos en el sillón y lo mire detenidamente. Estaba increíble, llevaba su cabello algo despeinado, sus ojos resaltaban por el brillo que tenían y estaba vestido como un modelo, en ese sentido el era muy cuidadoso, le gustaba verse bien y a mí me encantaba como se vestía.

- Tantos me has extrañado que no paras de mirarme? -sonrió divertido.
- Tonto -golpee su pecho-. No entiendo nada, como llegaste aquí? Cómo sabes mí dirección? Acaso eres un loco psicópata? -arqueé mi ceja.
- Na, conoces a Jason? Un guardaespaldas muy cool? -me miró curioso.
- Mm creo que si -sonreí divertida.
- Pues el me ayudó a llegar hasta aquí -sonrió-. Venía pensando en venir a visitarte y quería que sea sorpresa, contacte a Jason y el me ayudó.
- Jason es un cielo -sonreí levemente.
- Y muy divertido, no tenía idea que hacía tan buenos chistes -abrió sus ojos y solté una carcajada.
- Es una caja de sorpresas -asentí con mí cabeza-. Y has venido solo? -pregunté curiosa.
- Si, mis hermanos no pudieron venir, viajaron a New York a la empresa de mí padre -hizo una mueca-. Yo no quise ir, paso de negocios.
- Está todo bien? -lo miré preocupada.
- Si, no te preocupes -sonrió-. Entonces, quieres pizza o que? -cambio de tema.

Liam y su padre tenían una buena relación pero era algo complicada, su padre era un fanático por su trabajo y sus empresas, quería que sus hijos tengan la misma pasión que él pero solo lo había conseguido en Tommy y Zac pero en Liam no había tenido suerte, por eso su relación a veces era pésima. Liam había salido el rebelde de los tres, el seguía sus ideales y luchaba por tener sus propias metas, también para no caer en los planes que su padre tenía preparado para el.

- Sabes que puedes contarme lo que sea, verdad? -lo miré.
- Si, lo sé pero prefiero hablar de otra cosa -sonrió levemente.
- Está bien -asentí con mí cabeza-. Quieres que ordenemos pizza o salimos a comer? -lo miré curiosa.
- Mm.. -llevo su dedo a su barbilla-. Tus amigos los paparazzis van a atacarme? -abrió sus ojos.
- No había pensando en eso -reí-. Mejor pidamos pizza, paso de dramas.

Soltó una risita y se acercó a besar mí mejilla, mordí mí labio tímidamente y le sonreí. Poco después nos levantamos y fuimos a la cocina para ordenar la pizza y preparar los platos.

- Voy a llamar a Jason para invitarlo a comer, te molesta? -me di vuelta para mirarlo.
- Oh, eso -me señaló-. Me dijo que te diga que tuvo que marcharse con Mark a una reunión, el resto de seguridad se queda contigo.
- Oh, está bien -asentí con mí cabeza.
- Está lleno ahí afuera, también te ven dormir? -me miró extrañado.
- No -reí divertida-. Es por mí seguridad, lo que conlleva ser "famosa" -hice comillas con mis dedos.
- Te admiro por eso, siento que aguantas muchas cosas y de todas formas siempre tienes una sonrisa para todo el mundo -me miró con sinceridad.

Lo mire algo sorprendida por sus palabras.

- Gr.. Gracias por eso -dije nerviosa-. Bueno si, aguanto mucho pero mis padres me enseñaron a siempre ser amable con todos, nunca se sabe por lo que pueden estar pasando -me encogí de hombros-. Aunque no dudes que a veces quiero tirarles sus cámaras -lo señalé.
- No lo dudo -levanto sus manos y reímos-. Oye, y tus padres? -me miró curioso.
- En mí país, estoy deseando poder verlos pronto -suspire.
- Estoy seguro que si -me sonrió-. Quieres que hablemos de otra cosa? -pregunto al darse cuenta de mí mirada triste.
- Por favor -sonreí de lado.
- Planeo que nos pongamos ebrios  y comamos una rica pizza, no hablemos de nada familiar por favor -abrió sus ojos.
- No es muy temprano para beber? -arqueé mi ceja.
- Nunca es temprano para eso linda -ladeó su cabeza.

Consequences. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora