Capítulo 40.

26 2 1
                                    

Los Ángeles.

Madeline's POV:

Riley apareció por el patio con helado, una bolsa de chocolates y algunos tazones. Apoyó todo en la mesa, Za se levantó curioso para mirar lo que había traído.

- Qué es todo eso? -preguntó.
- Traje helado y me pareció buena idea que lo decoremos como queramos -sonrió.
- Uf, eso se ve divertido -dijo Alfredo.

Sonreí levemente, me levanté junto con los demás para preparar mi tazón de helado, había de chocolate, vainilla, frutilla y crema con nuez.

- El tuyo se ve más rico que el mío -Liam me miró.
- Lo sé -asentí con mi cabeza.
- Me lo cambias? -me miró con inocencia.
- No Liam -reí.
- Bueno -bufo y reí. Parecía un niño.

Liam había mezclado todos los sabores haciendo que su apariencia luzca un poco mal, reí divertida y tomé un poco de mi helado para convidarle.

- Me darás de comer en la boca? -me miró. Me removí un poco nerviosa en mi asiento, no era mi idea, sólo quería convidarle el mío porque se veía más bonito qué el de él.
- Eh..
- Sólo bromeo -soltó una risita-. Gracias, aprecio esto.
- De nada, la próxima intenta no hacer eso -señale su tazón.
- Lo intentaré pero lo hago desde pequeño, es un poco difícil dejar de hacerlo.
- Pruébalo -sonreí y soltó una carcajada. 

Comimos tranquilamente mientras hablábamos de Za, faltaba muy poco para la inaguración, estaba demasiado nervioso pero nosotros intentamos tranquilizarlo y hacerle saber que íbamos a estar ahí para él. Ni siquiera quería pensar que había una gran posibilidad de cruzarme a Justin. Suspiré y dejé el tazón sobre la mesa, estaba casi vacío, no había podido terminarlo.

- No comiste nada -Liam frunció su ceño y lo miré.
- Comí casi todo -le saque la lengua.
- Puedo terminarlo? -sus ojos se iluminaron.
- Dios, dónde entra todo lo que comes? -reí.
- Hago ejercicio -movió su cabello y reí.
- Puedes comerlo, yo no quiero más.
- Gracias, tú siempre tan buena -me sonrió.

Reí divertida y miré para el frente, Alfredo nos miraba con curiosidad. Ignoré su mirada y volví a mirar a Liam, estaba comiendo lo que había dejado mientras escuchaba con atención a Za.

Estábamos riendo divertidos por las ocurrencias que decían, Liam estaba más gracioso lo de normal, se llevaba bien con los chicos y todos estaban bromeando. Za y Riley compartieron miradas, supuse que algo pasaba. Za se levantó llamando nuestra atención, los chicos reían divertidos pero cuando él se paró lo miraron.

- Bueno, eh.. -Za rasco su nuca-. No soy bueno para estas cosas, siempre me pongo nervioso -dijo.
- Que pasa man? -Alfredo lo miró.
- Cuándo tomé la decisión de lanzarme con mi marca tenía nervios, estaba asustado porque no sabía si era lo correcto, me daba miedo que la gente no lo reciba, no tener éxito -suspiró-. En el camino conocí a una increíble chica que me apoyó y ayudó a hacerlo, me entendía cuándo la visitaba estresado, cansado o distraído porque no paraba de pensar un segundo en mi trabajo.

Riley sonrió entre lágrimas, se me formó un nudo en la garganta al verla así de emocionada.

- Y decidí que no quería pasar un segundo más sin ella, anhelaba llegar y abrazarla hasta quedarme dormido, sabiendo que al otro día la rutina seguía pero despertar y verla todo el estrés desaparecía. Por eso le pregunté si quería vivir conmigo, en nuestra casa -la miró-. Y dijo que si -sonrió.

Los chicos comenzaron a gritar en celebración, sequé mis lágrimas y me levanté para abrazar a Riley, Liam sonrió ampliamente y se acercó enseguida a felicitar a Za con un abrazo. Riley sollozo en mi hombro.

Consequences. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora