Capítulo 4.

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Miami.

Madeline's POV:

Abrí mis ojos de golpe y me senté en la cama asustada, mí respiración había aumentado y me encontraba completamente sudada.

Había tenido una pesadilla.

Suspiré profundamente y me fijé la hora en mí móvil, eran las 8:30 de la mañana, debía levantarme si o si porque Scooter y Yael volvían temprano del hospital. Me levanté de un salto y camine hasta el baño, me metí en la ducha y relaje mis músculos bajo el agua, lave mí cabello como siempre y poco después salí envuelta en una toalla. Camine descalza hasta mí maleta y tome un vestido floreado, era algo corto pero no se veía nada fuera de su lugar, tenía tirantes finos y un leve escote, me encantaba como se veía. Me subí a mis sandalias y sequé mi cabello, lo ondule un poco y me hice un maquillaje ligero, tan solo íbamos a estar en casa, Scooter había planeado un almuerzo entre nosotros pero después iba a hacer una parrillada con todos para que puedan ver a Yael y conocer a Levi, aunque no sabía cuando iba a pasar esa cena.

Me perfume y tome mí móvil de la cama, me fijé atentamente si tenía alguna llamada pero no había nada, tan solo mensajes de mis amigas y mis padres. Los extraño muchísimo, cada minuto que pasa deseo que estén aquí conmigo, sin dudas la parte más difícil de mí trabajo es no poder estar 24/7 con ellos. Sacudí mí cabeza y suspiré, no quería ponerme a pensar en eso, a veces ciertas cosas es mejor guardarlas muy en el fondo de tu cabeza.

Baje las escaleras tarareando una canción, me metí en la cocina y comencé a preparar el desayuno rápidamente, quería que lleguen y solo tengan que sentarse a disfrutar. Preparé café, zumo de naranja, tostadas, puse algunas tortitas y croissants.

Puse la leche encima de la mesa junto con la mermelada y el azúcar, había quedado un aroma increíble gracias a el café. El timbre sonó y salí disparada hacia la puerta, la abrí rápidamente encontrándome con Jason, Scooter, Yael y el niño, les sonreí ampliamente y Yael se abalanzó hacía mi y reí contenta en su hombro.

- Está todo impecable! -dijo cuando pasamos al salón.
- Y que rico huele -Scooter sonrió.
- Prepare el desayuno, supuse que no iban a desayunar nada en el hospital -sonreí levemente.
- Gracias por todo Made -Scooter me miró con sinceridad.

Agite mi mano y caminamos hacia la cocina, el pequeño Levi descansaba sobre mis brazos, había querido cargarlo ya que estaba durmiendo y no le tocaba comer. Me moví con el en brazos mientras lo miraba atentamente, sus pestañas eran largas y definidas, su nariz era muy pequeña al igual que sus manos y su piel era completamente suave. Bese su mejilla suavemente y lo acomodé en su cochesito.

- Es un niño muy tranquilo por suerte, me ha dejado dormir -Yael sonrió.
- No se ha quejado en toda la noche -Scooter comento.
- Me alegra mucho eso, se nota que es tranquilo -sonreí mirándolo.
- A veces quisiera ser un bebé, solo dormir y comer -Yael soltó una risita.
- Ni que lo digas -asentí con mí cabeza.
- Jagger viene para el mediodía -dijo Scooter y lo miré-. Y también viene Justin, vamos a comer todos juntos.

Hice una mueca y suspiré con incomodidad, no quería estar en la misma habitación que el, no estaba preparada y menos después de enterarme que me mintió en la cara.

- Todo bien? -Yael me miró.

Salí de mí burbuja y asentí con mí cabeza sonriendo levemente.

- Segura? Te noto incómoda -Scooter me miró.
- Si, es solo que las cosas entre Justin y yo no están bien -lamí mis labios-. Pero no sé preocupen.
- Que pasó? -Scooter me miró extrañado.
- Discutimos ayer -trague saliva con dificultad-. Pero ya pasó, quiero enfocarme en ustedes, el niño y en disfrutar el almuerzo -sonreí.
- Segura que puedes cariño? Podemos pasar el almuerzo para otro día -Yael tocó mí mano.
- Ni hablar, estoy bien -le sonreí.

Consequences. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora