Capítulo 39.

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Los Ángeles.

Justin's POV:

Me quedé quieto en mi lugar. Que hacía aquí? Por qué había venido?

Za me miró curioso, sentí una puntada en mi pecho cuándo su guardaespaldas cerró la puerta y la camioneta arrancó a toda velocidad.

No había venido a verme.

- Hey -dijo Za suavemente. Lo miré cayendo en la realidad.
- Hola -dije simplemente.
- Como estás? -me miró curioso.
- Hola Justin -dijo Riley mirándome.

Sentí algo en el estómago. Su mirada era extraña, no era amigable ni tampoco seria, estaba neutra. Hice una mueca, ni siquiera sabía que decirle, me sentía raro, seguramente estaba aquí por Za, no por mi, después de todo Riley era su novia, ellos se acompañaban mucho en todo.

Podrías haber tenido el mismo acompañamiento en tu vida pero la cagaste Bieber.

- Hey, cómo estás? -me acerqué para saludarla.
- Bien. Tú? -preguntó.
- Supongo que bien -me encogí de hombros.
- Entramos? -Za me miró.

Entramos a la casa, Nick y Alfredo se levantaron para saludar a los chicos. La tensión se notaba en el ambiente, no sabía si por Za o Riley. Lamí mis labios, me dirigí a la cocina para buscar algo para tomar.

- Pueden sentarse si quieren -escuche decir a Alfredo.

Caminé con una bandeja y la apoyé en la mesa. Me senté en el sillón justo al lado de Nick.

- Que onda Za? Tanto tiempo, cómo estás? -Nick lo miro curioso.
- Bien, trabajando mucho pero contento -asintió con su cabeza.
- Como vas con eso? -pregunté curioso.
- Está todo encaminado, falta muy poco -sonrió levemente.
- Me alegro hermano -dijo Alfredo.

Alfredo y Nick se fueron a acostar, estaban cansados y ya habíamos hablando demasiado, me había hecho muy bien su compañía. Riley y Za se quedaron conmigo, hablamos de cualquier cosa menos de lo que sabía que teníamos que hablar, Za estaba aquí porque se había enterado la decisión que tomé con respecto al tour. Valoraba demasiado su gesto de venir aquí hasta mi casa para acompañarme, aunque me había sorprendido que venga en la camioneta con Made, también estaba Liam.

No debería decir nada sobre eso pero mi sangre hirvió cuando lo vi al lado de ella. Ese tipo jamás me dio buena espina, no me creía su papel de amigo, sabía sus intenciones con Made pero ella no lo veía, ella solo decía que eran amigos. Estoy seguro de que no va a dejar pasar demasiado tiempo, va a querer conquistarla. Tragué saliva con dificultad, tense mi mandíbula, de sólo pensarlo se me hacía un nudo en la garganta.

- Aquí estás -dijo Za, caminó con dos cervezas.
- Si, necesitaba aire fresco -suspiré-. Y Riley? -lo miré.
- Se está cambiando, está un poco cansada, quería acostarse.
- Está es su casa también Za, sabes que no tiene que pedir permiso para nada -hice una mueca.
- Lo sé, gracias -sonrió levemente.
- Me odia, verdad? -lo miré y se sorprendió-. Es raro verla aquí después de todo lo que pasó, es raro verla sin..
- Entiendo -no me dejó terminar-. No te odia, sólo está decepcionada, lastimaste a su mejor amiga.
- Es entendible, tal vez yo estaría de la misma forma si te hacen daño a ti -lamí mis labios-. Aunque las mujeres en ese sentido son más empáticas, no crees? -lo miré.
- Riley y Made tienen una relación de hermanas, se han acompañado en sus peores y buenos momentos, crecieron juntas. Es normal que Riley no quiera hablarte de más o compartir contigo, aunque he hablado con ella sobre eso.
- Que le dijiste?
- Que a pesar de que eres un imbécil, eres mi hermano -dijo y tragué saliva con dificultad-. Y te quiero, voy a estar para ti siempre.

Za era el mejor amigo que podía tener.

Lo abracé con fuerza y él a mi, el haber estado tan distanciados me había hecho sentir cómo la mierda, necesito a mis amigos conmigo, necesito estar bien con ellos, son mi familia.

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