Capítulo 15.

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8 de enero.

Madeline's POV:

Miami siempre me traía recuerdos bonitos, cuándo era una niña tuve la oportunidad de conocer en unas vacaciones con mis padres, aunque en realidad fuimos gracias a él trabajo de mi padre. Recuerdo que me prometí a mi misma volver sola o con mis amigas, me enorgullece saber que tengo una casa aquí, que puedo venir a descansar, estar con mis amigos y mi novio.

Suspiré profundamente y sonreí contenta al sentir la arena meterse entre mis pies, toqué mi vientre abultado mientras miraba el mar delante de mis ojos. El viento se sentía ligeramente, adoraban escuchar el sonido del agua, los pájaros y las carcajadas de los niños, pensar que unos años podré venir con mi niña.

Mordí mi labio tembloroso, si ya era sensible imagínense durante el embarazo, las hormonas me volvían loca. Sentí unas manos apoyarse en mi vientre y sonreí, tiré mi cabeza hacia atrás relajándome, su aroma me envolvió por completo.

- Disfrutando las vistas? -preguntó suavemente.
- Si, me encanta estar aquí -confesé.
- Lo sé, por eso decidí venir aquí, quiero que estés tranquila disfrutando tu última etapa del embarazo -sentí su sonrisa.
- Gracias -me di la vuelta para mirarlo.

Sus ojos mieles escanearon mi rostro y sonrió.

- Por qué? -ladeó su cabeza.
- Por cuidarme tanto -mordí mi labio.
- Siempre voy a cuidarte y a mi pequeña también -beso mis labios.
- Te quiero tanto -mordí mi labio.
- Y yo a ti cariño -me abrazó.

Nos quedamos unos minutos abrazados, mirando el atardecer. Poco después entramos a la casa, Riley me sonrió con cariño en cuánto me vio, se acercó a mi y se agachó levemente para besar mi vientre. Todos hacian eso y a mi no me molestaba para nada.

- Cómo está la futura mamá más linda? -me sonrió.
- Agotada pero bien -sonreí-. Y tú? -la miré curiosa.
- Bien, ya terminamos de preparar el almuerzo -me abrazó.

Caminamos juntas hacia la cocina, el aroma me envolvió y mi estómago rugió, tenía mucha hambre, últimamente todo lo que comía lo disfrutaba de más y tenía antojos demasiado raros, cómo por ejemplo papitas con helado.

- Que rico está todo -mire a Riley.
- Mi hermana es una gran cocinera -Vicky le sonrió.
- Me gané la lotería con mi chica -Za sonrió mirándola con amor.

Riley sonrió sonrojada y beso la mejilla de Za con cariño. Me encantaba verlos así, se los veía tan felices, es como si los años nunca hubieran pasado entre ellos y sentía que entre Justin y yo era lo mismo. Zac había cocinado una increíble carne a la parrilla, Riley había preparado algunos snacks y pastas, también ensaladas.

- Yo lo hago, ve a acostarte -Vicky me saco el plato de la mano.
- Yo puedo hacerlo también Vi -sonreí divertida.
- Oye, no quiero que mi sobrina se estrese, si? Ve -señalo sus espaldas.
- Está bien -reí contenta-. Puedo al menos quedarme aquí? Me siento una inútil sin hacer nada.
- No digas eso Made, estás embarazada, en tu última etapa, tienes que descansar y no sólo lo decimos nosotros, lo dijo el médico -me miró un poco seria.
- Está bien -asentí con mi cabeza.

Últimamente todos me decían eso.

Me senté en el taburete, la mire atentamente mientras lavaba las cosas y hablábamos de cosas sin sentido. Sentí un dolor en mi barriga pero no dije nada, a veces me pasaba y al rato estaba bien, no quería alarmar a nadie.

- Voy al sillón -dije tocando mi vientre abultado.
- Estás bien? -Vicky me miró preocupada.
- Si, descuida -agite mi mano.

Camine con cuidado hacia el sillón, Vicky me siguió sin dejar de mirarme con preocupación. Una puntada me hizo detenerme en seco, me apoye en el sillón y suspiré, me costaba respirar un poco.

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