Capítulo 30.

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Los Ángeles.

Madeline's POV:

Abrí mis ojos aturdida, mi cabeza estallaba, me sentía muy mal, tenía el estómago completamente revuelto. Me levanté de un salto y corrí hacia el baño para inclinarme enfrente del inodoro y vomitar, toque mi estómago y suspiré, las lágrimas habían empapado mis mejillas. Me senté en el piso, apoyando mi espalda en la pared fría y suspiré profundamente intentando calmarme. Hace mucho no me sentía así de mal.

Salí del baño después de cepillarme los dientes, volví a meterme en la cama tapando mi cuerpo con las mantas, estaba muerta de frío. Tomé mi iPhone para comprobar la hora, las 10 de la mañana en punto. Gire mi vista hacia la ventana, se notaba que estaba el sol brillando a lo alto, tan lindo día y yo aquí, cómo zombie. Mi boca estaba seca, me moría de ganas de un vaso enorme de agua pero no tenía las fuerzas para levantarme, mi cuerpo estaba débil. Tomé mi iPhone y marqué el número de Riley.

- Oh dios, qué hora es? -dijo bostezando.
- Uh, te desperté? Lo siento -dije apenada.
- Tranquila. Pasa algo? -preguntó curiosa.
- Mm, quería saber si puedes traerme agua a mi habitación? Es que me siento mal -hice una mueca.
- Si, claro amiga -dijo.

Colgó la llamada y me quedé en la cama esperando, pensativa, ni siquiera quería darle espacio a mi cabeza para pensar en todo lo que había pasado pero sabía que eso iba a pasar tarde o temprano. Riley entro a la habitación con una bandeja, sonreí levemente.

- Te traje medicamentos, agua y para desayunar, el jugo está frío cómo te gusta -sonrió acercándose a la cama. 

Le sonreí agradecida, ella siempre me cuidaba y yo a ella. Me senté en la cama, mordí mi labio con fuerza cuando me dio un pinchazo en la cabeza, el dolor era insoportable.

- Es la peor resaca que tuve en mi vida -dije tocando mi cabeza.
- Ni que lo digas -abrió sus ojos.

Se sentó a mi lado y se tapo con las mantas.

- Aunque me levanté muerta de hambre -dijo tomando un croissant.
- Yo no, acabo de vomitar -hice una mueca de asco.
- Que tomaste? -me miró curiosa-. Yo iba bien pero derrape -dijo y reí.
- Tomé vodka y después no me acuerdo, solo aceptaba los vasos que los chicos me pasaban -me encogí de hombros.
- La pasaste bien? -me miró curiosa.
- Si, tu? -lamí mis labios.

Tomé un vaso lleno de jugo de naranja y le di un sorbo, agradecí la sensación, me tomé las pastillas y suspiré, solo esperaba que hagan efecto rápido, no quería volver a vomitar.

- Si, estuvo divertido. Oye.. -jugo con sus dedos.
- Que? -la anime a seguir hablando.
- Qu.. Que pasó con Justin? -me miró curiosa.

Suspiré y me encogí de hombros. Que había pasado? Nada, simplemente lo encontré fumando marihuana y su amigo me cerró la maldita puerta en la cara, después apareció cómo si nada y nos marchamos en diferentes camionetas. Eso.

- Nada -dije.
- No mientas, sé que algo pasó, tendrías que haber visto tu cara cuando subiste al vip -abrió sus ojos-. Amiga, estabas pálida, por un momento temí.
- Pero no digas nada, si? -hice una mueca.
- Ni a Za? -hizo una mueca.
- Supongo que Za lo sabe -me encogí de hombros.
- Que pasó? -arqueo su ceja.
- Encontré a Justin fumando marihuana con sus amigos, estaban en un cuarto -dije recordando-. Cuándo me vio no era él Riley, osea, si era el pero no lo reconocí -suspiré-. El hizo una seña, su amigo se levantó y me cerró la puerta en la cara.
- Qué? -dijo completamente en shock.
- Lo que escuchaste -asentí con mi cabeza.
- Pero cuando subió..
- Si, estaba normal pero yo no podía fingir que no había visto eso, es que no entiendo, hace cuánto fuma? -mordí mi labio-. Jamás me dijo que fumaba.
- Bueno.. Za muchas veces me contó que el fumaba pero jamás nombró a Justin, aunque debí suponerlo -suspiró.
- Ha actuado tan raro toda la noche, toda esa gente no me dio buena espina -suspiré.
- Creí que había sido la única, en realidad solo me sentí cómoda con los de siempre -hizo una mueca.
- Yo igual, y yo que creí que mi problema de la noche iba a ser Hailey -pegue mi frente.
- Que onda con ella? No pudiste hablar mucho, no? -me miró curiosa.
- Casi nada, pero normal -me encogí de hombros-. Aunque la vi cuál garrapata con Justin, es que mira que yo intento..
- Tranquila -toco mi hombro-. Entiendo lo que dices. Había una que no paraba de mirar y sonreírle a Za, realmente no entiendo porque son así, acaso no se dan cuenta que sus novias están ahí? Que poco respeto -frunció su ceño.
- Claramente no -negué con mi cabeza.
- Te sientes mejor? -cambio de tema.
- Si, gracias por todo -la abrace.
- No me tienes que agradecer, tu harías lo mismo -sonrió.

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