HIPNOTIZADA

Capítulo 21 parte 2 FINAL

-Eso díselo a su ex marido, la quiere ver destrozada, yo no puedo hacer nada.- Dijo Rousse,- cada uno tiene su venganza personal. Y ahora ven conmigo.

Volvió a jalarme del brazo pero me negué y me solté, entonces enfurecida me abofeteó tan fuerte que caí al suelo.

-No vuelvas a desobedecerme, a partir de hoy eres mía.

Me levantó y me llevo a otra habitación donde me ato las manos a una cuerda que había colocada en el techo. Sacó una navaja y yo me asusté, pensé que quería lastimarme pero no, comenzó a romper mi ropa.

-Así estarás más a mi disposición. Lo primero que haré será castigarte, por haberme quitado mi lugar.

-Te lo quitaste tú sola. -le dije sin pensar.

-¡No me contestes!-¡Plash!

No pudieron evitar que me salieran unas lágrimas.

Rousse empezó a acariciar mi cuerpo pero no mis zonas íntimas, notaba su respiración acelerada en mi nuca.

-Tranquila, no voy a tocarte si no quieres, hasta que me lo pidas tú, te enamorarás de mí y seremos felices juntas, tengo mucho dinero, nos iremos de aquí y nos iremos lejos.

- ¿Enamorarme de ti? ¡Estás loca!

¡Plash!

-Ahora sí que te voy a castigar.

Se sacó el cinturón que llevaba puesto, era de cuero negro, bueno toda ella vestía de negro.

Y comenzó a azotar mis nalgas y mi espalda.

-¡Rousse! ¡Por favor!

-¿Por favor que Anna? ¿No soportas que sea yo quien te castigue? Pues acostúmbrate, porque de aquí en adelante yo seré tu Ama y me llamaras mi Señora. ¿Entendido?

¡Zas!¡Zas!

-Por mucho que me golpees nunca serás mi Ama, yo no te amo y para serlo debemos ser cómplices las dos.

-¡Pues me amarás a la fuerza Anna Stonne!

¡Zas!¡Zas!Zas!

-¡Rousee! -Exclamé llorando.

- No llores mi niña esto es sólo el principio de nuestro amor. Ahora toca dormir, te ataré para que no te escapes, estarás en ese colchón esta será tu nueva habitación. Es una propiedad de mi difunto marido que dejó a medias sin construir.

Rousse me empujó al colchón y ató mis manos y mis piernas. Luego de eso sin esperármelo me dio un beso en la boca.

-Buenas noches Anna.

No pude dormir en toda la noche escuchando los gritos de la señora Claudia, él la estaba maltratando a más no poder, ella le suplicaba pero él se reía y la llamaba puta lesbiana, mientras la pateaba y le hacia no sé que cosas.

Cuando pude dormir y me desperté, había una figura delante mía. Era mi tío Miguel.

-Por fin tú y yo a solas. Dijo-

Mi cuerpo empezó a temblar.

-Ahora no podrás escaparte de mí, te haré mía, porque eres mía, siempre lo has sido pequeña Annita.

-Por favor no.... -Alcancé a decir temblorosa.

Se puso encima mío y quiso besarme a la fuerza, yo me revolvía como podía no quería que me tocara ni me hiciera nada, no quería volver al pasado.

Me sujetó fuerte, me dio una bofetada que me hizo sangrar por la nariz y se bajó los pantalones.

-Ahora sí. - Dijo.